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A
comienzos de la Guerra Civil Española, las necesidades de
equipar adecuadamente a las unidades de "milicianos"
que se incorporaban en apoyo de la República, así como a las
consecutivas levas que iban engrosando el Ejército Regular, habían
obligado
al Gobierno a comprar todos aquellos elementos que la urgencia impedía
un adecuado abastecimiento por la anticuada industria nacional. Tal fue
el caso de los cascos de acero.
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La
creación en octubre de 1.936 de las Brigadas Internacionales, y
la consiguiente organización de su Base en Albacete, puso en marcha la
acumulación de nuevos equipos para pertrecharlas de forma diferenciada
y con equipamiento de cierta calidad. Pero estos voluntarios
dispusieron de sus propios medios de aprovisionamiento y el casco Adrian
Mº 26 de fabricación francesa fue parte de su equipo estándar. (*)
Banderas de
las Brigadas Internacionales |
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Igual
que Checoslovaquia con el Mº 1930, la vecina Francia aceptó un pedido
urgente de la República Española para suministrar una considerable
cantidad de sus cascos Adrian Mº 1926. Estos cascos, que se
sumarían a los aportados por las Brigadas Internacionales, debían
suministrarse sin emblemas ni ranuras para ellos.
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Brigadistas
en Albacete, equipados con cascos franceses Mº 26. |
Hasta que la
industria francesa pudiera atender debidamente el encargo, la premura
obligó a suministrar una buena parte de unidades de los propios
depósitos del ejército francés, con ranuras frontales, aunque sin
emblemas. Naturalmente, aprovechando la urgente necesidad se "colaron" importantes partidas de
cascos usados (incluidos del Mº 1915) ya que el proveedor sabía que
para su cliente no eran momentos de rechazar nada (como el resto de los
proveedores, aprovecharon la circunstancia para desembarazarse de
importantes cantidades de material obsoleto proveniente de la Gran
Guerra).
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Soldado
republicano con casco francés Adrian Mº 15. |
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La aparición
de los cascos Adrian durante la guerra civil fue muy
temprana, y muy pronto se pudo ver numerosos milicianos
republicanos equipados con cascos de procedencia francesa. En
innumerables fotografías de los primeros combates en la
sierra madrileña se aprecia una presencia bastante abundante.
Milicianos
combatientes en el Alto de los Leones, el 24 de julio de
1936. En primer plano puede verse un miliciano ya protegido con
un casco francés Mº 26 Adrian (colocado al revés,
algo que se repetirá con cierta frecuencia). |
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Fabricado
en dos piezas (casco propiamente dicho, y cimera con ranuras de
aireación) debían llegar pintados de color caqui, pero muchas partidas
tuvieron que ser repintadas al llegar en un color azul oscuro (algunos
quedaron con aquel color) demasiado parecido a los portados por algunos
italianos (también se produjo la situación inversa).
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Durante su
descanso, junto a otros compañeros equipados con cascos
Mº 26 españoles, el lector de la izquierda se cubre con
un cascos francés Mº26 colocado al revés. |
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Las
características del casco son las propias del reglamentario en Francia, salvo la
falta de ranuras para un emblema.
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Dos
piezas, casco y cimera. |
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Barboquejo de cuero, en una pieza, con hebilla corredera. |
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Guarnición, generalmente en cuero, aunque muchas partidas
llegaron con hule. |
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Carente
de cualidades balísticas. |
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Junto con el mencionado Mº 1930 "checo", el Adrian se convirtió
en uno de los cascos más característicos y representativos de las tropas
republicanas, casi por encima de los de fabricación nacional.
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La individualidad del
soldado español quedaba patente una vez más, por la anárquica
utilización del uniforme, casco incluido. |
Casco Adrian
en un soldado republicano, durante el sitio al Santuario
de La Cabeza. La creencia de que el acrestado suponía un
refuerzo frontal, podía justificar su incorrecta
utilización. |
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En consecuencia, hubo frentes en los que ambos bandos se equipaban con
cascos iguales (lo que no tenía nada de particular en aquella guerra, en
la que se utilizaban los cascos ganados al enemigo, empleándose en los
dos ejércitos cascos Mº 26 con ala, Mº 21 o checos Mº
30, entre otros), incluso, por unas razones o por otras,
principalmente el fruto de las mutuas requisas y capturas,
también los colores se repetían o mezclaban en los dos bandos.
Obsérvese la
posición del casco en el 2º lector. |
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Las
unidades que integraban la CTV italiana, también venían equipadas
con cascos Adrian, de fabricación italiana o de origen
francés (hasta la adopción del Mº 33).
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La falta de ranuras
no siempre es un elemento que facilita la identificación de los
cascos Adrian de la GCE, pues también se utilizaron
cascos del Ejército Francés. |
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En
ocasiones, cascos originalmente pintados de color caqui, recibieron una
nueva pintura gris azulada.
Muchos cascos Adrian franceses,
al caer en manos "nacionales" se repintaban sobre el color
caqui, con gris oscuro, según la normativa en el ejército
italiano. |
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A
estos cascos franceses del tipo Adrian hay que sumar la presencia
en España de las tropas italianas que participaron con cascos del mismo
tipo (muchos aún de origen francés) con sus características especiales (ver
Casco Italiano Mº 15/16), pero de una estética idéntica, lo que hizo
que muy frecuentemente se mezclaran.
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Casco italiano Mº
15/16, de color gris azulado, perteneciente las tropas del
Corpo de Truppe Voluntario (CTV). Era el reglamentario en el Regio Esercito y la Regia Marina.
(el de la fotografía cuenta con un par de orificios para
insertar un emblema) |
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La
utilización indistinta por parte de los italianos de cascos Adrian del
Mº 15/16 como del Mº 15 de origen francés supuso la presencia de estos
últimos en unidades paramilitares, incluso en la inmediata postguerra.
Casco Mº 1915
procedente del ejército italiano, de origen francés, con una
hebilla de Falange como distintivo frontal. Col: M. Kotzman |
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Llegaron en color gris oscuro azulado, pero a lo largo de la
guerra, al pasar de mano en mano a causa de convertirse en botín
de guerra para ambos bandos, fue muy frecuente repintarlos de
color caqui para integrarlos en sus unidades "más
reglamentarios".
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Cascos italianos Mº 15/16
en color caqui |
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Como más tarde sucedería con los nuevos modelo 933, era frecuente
hallarlos con emblemas pintados.
Casco italiano
Adrian Mº 15/16, con orificios frontales y el emblema de la
Brigada mixta "Flechas Azules" (Frecce Azure ). Col: M. Kotzman |
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Fue
consecuencia de la reorganización de las tropas italianas con la nueva
creación de unidades mixtas, efectivos italianos y españoles,
denominadas Flechas: "Flechas
Verdes" (Frecce Verdi), "Flechas Negras"
(Frecce Nere) y
"Flechas Azules" (Frecce Azure).
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Casco italiano
Adrian Mº 15/16, con orificios frontales y emblema de la
Brigada mixta Flechas Verdes (Frecce
Verdi), Col: S. Lz. Guevara. |
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Casco Adrian francés, sin ranuras frontales, con el emblema de
Infantería y una estrella de cinco puntas grabadas manualmente en su
frontal. |
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Mº Adrian con emblema
republicano grabado. Col: A. Pérez de Eulate. |
Este casco lleva marcado en
el interior el nombre de su portador: "Luis Palacios García - 18 años -
Madrid". Investigado por su actual propietario, figura en el Diario
Oficial de la República su ascenso a cabo en mayo de 1938 y un nuevo
ascenso a sargento, esta vez a título póstuma, en diciembre del
mismo año. |
Terminada
la guerra, el casco Adrian pasó a engrosar los depósitos en
previsión de una futura movilización, siendo escasos los empleados por
el ejército en activo.
Ocasionalmente, algunos cascos Adrian
cromados equiparon a escuadras de "Gastadores" en desfiles o
ceremonias.
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Soldado durante una
guardia de puerta, a finales de los años cuarenta o principios de
los cincuenta, equipado con casco Adrian con el reglamentario
emblema frontal del ejército. El casco Adrian fue raramente
utilizado en las postguerra. |
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Pero también (eran años difíciles) hubo unidades que mantuvieron sus
guarniciones uniformadas con el casco "Adrian" francés
o italiano hasta bien
entrados los años 50 (lo que también sucedió con el casco Mº 30 checo)
Tropas españolas de
la guarnición de Sevilla rindiendo honores al presidente de
Portugal Oliveira Salazar durante su visita a la ciudad en los
años 40. La tropa está equipada con cascos "Adrian"
recuperados (hay uno, posiblemente un cabo, con casco Mº 26). |
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Las
Brigadas
Internacionales
(*)
Durante
mucho tiempo, el análisis de las Brigadas Internacionales y su
actuación durante la guerra civil española, se veía
condicionado con prejuicios de uno u otro signo. Aunque es de todo
cierto que han levantado pasiones, hoy es más fácil aproximarse
a su historia (o, tal vez, ya es imposible una aproximación
histórica). Lo que sí es cierto, es que se ha empleado mucha
tinta y tiempo refiriéndose a estas Unidades.
Aunque
ya el 10 de octubre se había decretado el control de los
milicianos, y el 23 se inició la reestructuración del mando en
el ejército republicano, su puesta en marcha resultaba difícil.
Por ello, el
7 de noviembre de 1936, en el asalto a Madrid, las tropas rebeldes
esperaban hallar un ejército
desorganizado y sin moral, incapaz de aprovechar las ventajas que
ofrecía una defensa.
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El asalto fue frenado, no obstante, y a pesar de la resistencia
ofrecida por los republicanos, el mando nacional confiaba en que
a partir del día siguiente, su entrada en Madrid se convertiría
en un paseo militar.
La 46
División de El Campesino durante un asalto en la zona de
Teruel en abril de 1938. |
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Pero
al reanudar el ataque el día 8, la sorpresa fue mayúscula
al encontrarse con unidades bien organizadas y equipadas,
poseedoras de una gran moral de resistencia. Era el bautismo
de fuego de la XIª Brigada Internacional que,
desangrándose ante los ataques de las tropas del general
Varela, no cejó en ningún momento en los puntos por donde
se esperaba la mayor presión en el ataque, la Casa de
Campo, la Ciudad Universitaria principalmente. Eran 1.900
hombres que habían llegado aquella misma noche al mando de
un tal Kléber (Kléber, cuya última actuación se registra
en Belchite, agosto-septiembre del 1937, al mando de la 45ª
División, formada por la XIIª y XIIIª, pasaría a ser
conocido como "el héroe de Madrid). Pocos después, el
día 12, se incorporaría a la defensa de la ciudad la XIIª
Brigada, con otros 1.600 combatientes. La valerosa
actuación de aquellos hombres contagió de confianza a las
restantes tropas defensoras de la capital, hasta conseguir,
lo que parecía imposible, neutralizar totalmente la ofensiva, haciendo desistir a los
nacionales en su proyecto de tomar la capital. (I) |
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Sería
injusto concluir que la defensa de Madrid se debió exclusivamente
a la participación de las Brigadas Internacionales, pero es
evidente la importancia de su presencia y acción. |
Casco Adrian
rotulado: "22 Brigada Mixta" y una estrella frontal. Col:
S. López Guevara. |
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En realidad durante los primeros tiempo su armamento no fue muy
completo aunque se mejoró constantemente hasta presentar una
buena situación. Por otra parte el número de mandos
profesionales era muy escaso. Además las primeras brigadas que
entraron en fuego contaban con escaso entrenamiento, dada la
urgente necesidad de incorporarse al frente. A pesar de todo
ellos, su presencia fue importantísima durante los 10 días que
duró la acometida hasta la estabilización del frente.
Casco de
DC norteamericano, fabricado en material muy endeble,
hallado en el frente del Ebro. (Ver
US17)
Col: R. Mercadé. |
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Solo
las especialísimas circunstancias políticas que se vivían en el
mundo durante los años treinta y, muy particularmente en Europa
Occidental, puede explicar el fenómeno de los brigadistas en
España.
Hombres que, generalmente en solitario, caminaron a veces
miles de kilómetros hasta pasar la frontera española, ante la
mirada permisiva pero recelosa de la gendarmería francesa.
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Entre
el batiburrillo de material llegado a España para equipar
a los voluntarios se encontraban cascos de diversos
países. En la foto un voluntario con casco de tipo británico. |
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Entre ellos abundaban los comunistas de países donde eran
represaliados, anarquistas o revolucionarios, marxistas o
socialistas convencidos (la situación de paro que padecía Europa
también influyo en la decisión de muchos brigadistas). También
llegó a España, inevitablemente, un buen número de aventureros,
desarraigados y ex-presidiarios.
Casco Adrian
M26 con la estrella roja, la "bombeta" de Artillería y,
en el lado izquierdo, las siglas J. C. (Juventudes
Comunistas). Col:
S. López Guevara. |
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La situación de recesión económica en muchos
países facilitó que la cifra de brigadistas se incrementara
considerablemente. Pero todas esta variadas razones fueron
derivando hasta ser ganados por los ideales que habían motivado a
la mayoría de los voluntarios, sometiéndose de buen grado a la
férrea disciplina implantada por los comunistas. (II)
Las
actuaciones de las Brigadas Internacionales siempre
brillaron por su alto valor combativo, llegando a altas
cotas de heroísmo en la mayor parte de las ocasiones en que
debieron defender una posición. La gran cantidad de bajas
sufridas en sus filas es la consecuencia de su alto
espíritu de resistencia (aunque no fueron las únicas
unidades que sobresalieron por su valor y entrega pues, sin
pretender restarles ningún mérito, en aquel ejército
fueron muchas las unidades que demostraron su valía). |
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|
Por
el contrario, fueron escasas sus actuaciones espectaculares en
operaciones que no supusiera resistir. Fueron menos empleados en
avances o acometidas, en las que su actuación quedó difuminada
entre la acción del resto de las unidades combatientes. En
general, estas tropas fueron destinadas a defender difíciles posiciones o
frenar la acometida del enemigo. |
Las
fuerzas de choque gubernamentales, una vez creado el nuevo
ejército republicano, demostraron muchas veces su capacidad de
sacrificio pero también un progresivo adiestramiento que las
hacía cada día más eficaces. Las Brigadas Internacionales se
equipararon a las más aguerridas, pero pretender que fueron las
mejores sobre las mejores entra ya en el capítulo de las
leyendas, con todos sus riesgos. No impusieron un estilo propio de
combatir sino que se vieron sumergidos en la propia dinámica
general de los combatientes españoles.
No obstante, los brigadistas arrastraron hasta el final, la falta de
mandos profesionales.
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Los
primero extranjeros que combatieron con los republicanos
provenían de los numerosos atletas antifascistas (cerca de
5.000) que participaban en la Espartaquiada Internacional,
unas olimpiadas alternativas organizadas en Barcelona como
réplica a las Olimpiadas de Berlín.
Al estallar la
guerra muchos de aquellos atletas antifascistas combatieron
junto a los republicanos para sofocar el levantamiento
militar. Más tarde formarían la Milicia Thälmann, que
se convertiría en la Centuria Thälmann (llegó a
participar en el desembarco de Mallorca). Fue el primer
antecedente serio de unidades extranjeras organizadas.
Cartel
de la Olimpiada Popular de 1936. |
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Tras
su aprobación, las brigadas son puestas en marcha el 22 de octubre de 1936, bajo
la dirección de Martínez Barrio.
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Finalmente, con la creación de la Brigadas Mixtas
tras la reestructuración del ejército
popular, se integraron con elementos procedentes del ejército regular y de
las
milicias populares (desde mediados de 1937, debido a la gran inclusión
de españoles en sus filas, el idioma oficial en las brigadas fue
el español). Las nuevas unidades constituían la columna
vertebral del nuevo Ejército
Popular de la República.
La afluencia de voluntarios se prolongó
hasta mediados de 1938.
Cartel
firmado por Melendreras, que referencia la conversión
de todas las milicias en un ejército regular |
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Desde
el centro principal de reclutamiento con sede en París, los
futuros brigadistas eran enviados a España. Una vez en
Albacete, se les preguntaba por sus habilidades y
conocimientos militares, a fin de aprovechar al máximo sus
cualidades y crear los primeros cuadros intermedios (con
estos interrogatorios también se pretendía deshacerse de
los alcohólicos y de quienes no parecían dispuestos a ser
dirigidos por comunistas). En su cuartel general de Albacete
(unos locales destartalados e inadecuados, donde no se
contaba ni con mantas), bajo la dirección de André Marty,
Luigui Longo y Guiseppe de Vitorio, se intentaba dar alguna
cohesión a la suma de voluntarios o exiliados de todo el
mundo, algunos pertenecientes a países involucrados en la
guerra en le bando contrario (alemanes e italianos,
principalmente). Inicialmente permanecieron mezclados, pero
más tarde se les agrupó por nacionalidades (o por el
conocimiento de un idioma común).
Las
brigadas fueron numeradas del XIª al XIVª (más tarde
ampliadas con la XVª), no para dar la impresión de ser
más que la que realmente eran, sino para contar con una
numeración que encajara el los proyectos de reforma del
ejército republicano. |
JURAMENTO DEL
BRIGADISTA
"Soy un
voluntario de las Brigadas Internacionales porque admiro
profundamente el valor y el heroísmo del pueblo español en
lucha contra el fascismo internacional"
"Porque mis enemigos de siempre son los mismo que los del pueblo
español, los fascistas"
Porque sé que si
el fascismo triunfa en España, mañana será en mi país y
mi hogar será devastado"
"Porque soy
un trabajador, un obrero o un campesino que prefiere morir
de pié que vivir de rodillas"
"Estoy aquí
porque soy voluntario, y daré si hace falta, hasta la
última gota de mi sangre para salvar la libertad en
España, la libertad del Mundo"
|
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La
dotación de cascos con que se completó el equipamiento de las Brigadas
Internacionales, además de los cascos franceses Mº 26 Adrian,
incluyó checos Mº 30 y españoles Mº 26 con ala. |
Si
las brigadas XIª y XIIª hicieron su presentación de Madrid, la
Brigada XIIIª, a mediados de diciembre se halla intentado cerrar
el cerco sobre Teruel. La Brigada XIVª, tras sufrir innumerables
bajas en Andújar a finales de diciembre (se llegó a hablar de
traición por la cantidad de bajas sufridas) fue enviada a
fortalecer la defensa de Madrid, al sector de la carretera de La
Coruña. |
|
Casco Adrian francés
del Ejército Republicano con el emblema de Artillería y ¨Camps"
grabados en el frontal. Col:
S. Lpz. Guevara. |
Escrito en la guarnición:
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Finalizando enero nace una nueva Brigada, la XVª (que incluía
los voluntarios estadounidenses y canadienses recién
incorporados, así como belgas, ingleses, irlandeses y
franceses), que ya incluyó, junto a los voluntarios extranjeros,
dos batallones de soldados españoles. Será enviada rápidamente al
frente del Jarama el 12 de febrero, donde impidieron el corte de
la carretera Madrid-Valencia al alto costo de casi la mitad de sus
efectivos muertos. Se estima que a mediados de marzo de 1937, más
de la mitad de los efectivos entrenados en Albacete (unos 15.000)
ya habían muerto en los diferentes frentes.
Uno de los
cascos Mº Adrian traídos por los brigadistas
norteamericanos |
|
|
La incorporación de tropas españolas en estas brigadas se
generalizó desde mediados de 1937 (en ocasiones, menos de la
mitad eran extranjeros).
La última aparición de más de 10.000 de
estos brigadistas extranjeros sería durante la última ofensiva
republicana de la batalla del Ebro, del 24 de julio al 12 de
febrero de 1938.
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Desfile de
brigadistas en Barcelona, en febrero de 1937, con nuevos
uniformes. |
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Con
el fin de presionar al comité de No Intervención, se propuso la
retirada de los extranjeros, disolviéndose las Brigadas
Internacionales.
El 8 de
octubre el gobierno republicano retiró a unos 10.000 voluntarios de las
Brigadas Internacionales.
Definitivamente fueron despedidas
oficialmente mediante un desfile en Barcelona el 15 de
noviembre, con la presencia del presidente Azaña y Luis
Companys, presidente de la Generalitat. El Comité de
la Liga de Naciones certificó la salida de España de
12.000 brigadistas.
|
Portadas
de dos publicaciones, "The Volunter for
Liberty" y "Our Fight", de
las Brigadas Internacionales. |
Para muchos, la vuelta a sus hogares no era nada fácil, en
particular los originarios de países totalitarios, donde su
acogida podía resultar fatal. Posiblemente esta razón, y la
poderosa de sus convicciones antifascistas, indujeron a un
millar de ellos a quedarse en España para ayudar en la
defensa de Barcelona hasta el último momento.
|
Ceremonia de despedida de
las Brigadas Internacionles |
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|
Contra lo que pudiera creerse, no tuvieron
mejor fortuna los que se refugiaron en Rusia o retornaron a ella
ya que su estancia en España no era para Stalin ninguna
garantía de ortodoxia comunista, por el contrario, se les temía
peligrosamente contaminados. De hecho, debido a esta
desconfianza, todos ellos fueron víctimas o sospechosos durante
la represión política iniciada en 1947 en la URSS.
Monumento de Makrisz Agamemnon
a las Brigadas
Internacionales en Budapest, hoy en "Szoborpark"
("Memento Park"). En Hungría muchos brigadistas
húngaros tuvieron un memorable papel en su país durante
la 2ªGM gracias a la formación adquirida por su
participación en la Guerra Civil Española. Los cambios
de régimen desmitificaron en Hungría algunos de los personajes que
habían llegado a contar con cierta relevancia ya en la
época revolucionaria. |
|
|
Al
tratar de establecer el número de sus componentes, las cifras que
se manejan varían mucho, oscilando entre 31.237 y 125.000
(posiblemente en
esta última cifra se han
incluido los numerosos españoles que se integraron el las Brigadas
Internacionales). Las cifras más coincidentes se refieren a unos
60/65.000 voluntarios extranjeros, de los cuales la mayor parte
combatieron con las Brigadas Internacionales, que se reduce a unos
60.000 hombres. Hubo un constante trasiego, pero parece que no
coincidieron más
de 18.000 al mismo tiempo.
Su
distribución por nacionalidades se estima en el siguiente cuadro,
según una de las varias relaciones manejadas:
|
Nacionalidad |
Voluntarios: |
|
Bajas: |
|
Franceses |
15.000 |
|
(1.000
muertos) |
Alemanes
y austriacos |
5.000 |
|
(2.000
muertos) |
Polacos,
mas ucranianos |
5.000 |
(1.590
a 2.090 judíos) |
|
Italianos |
3.350 |
|
(600
muertos, 2.000 heridos, 100 prisioneros) |
Norteamericanos |
2.800 |
|
(muertos
900) |
Ingleses |
2.762 |
|
(543
muertos y 1.762 heridos) |
Canadienses, |
1.000 |
|
|
Yugoslavos |
1.500 |
|
(150muertos,
150 heridos) |
Húngaros |
1.000 |
|
|
Checos |
1.500 |
|
|
Escandinavos |
1.000 |
(500
suecos). |
|
Suizos |
800
|
|
(76
muertos) |
Mexicanos |
90 |
(no
confirmado) |
|
otros
53 países. |
Sin
determinar |
|
|
Además
de 5/6.000 rusos, también estuvieron presentes en España otros 10.000
extranjeros, la mayor parte no combatientes (enfermeras, médicos), y
algunos que combatieron en grupos dispersos e incontrolados
(guerrilleros, etc.).
La
numeración que se fue aplicando a las nuevas Brigadas indicaban
un claro destino de estas unidades a ser integradas en el
ejército republicano, según los planes de reestructuración. De
hecho, cuando se formaron las Brigadas Mixtas, la numeración
encajaba perfectamente en su nomenclatura.
Aunque
inicialmente concebidas como una especie de ejército del
Komintern, Las Brigadas Internacionales en la práctica ignoraron
esa dependencia para finalmente representar en el ejército
popular (salvando los lógicos matices) lo que la Legión
Extranjera en el ejército nacionalista.
BRIGADA |
Creación |
BATALLÓN |
Composición
inicial |
trasferidos
a: |
XIª
Hans Beimler (luego Thaelmann) |
Octubre
1936 |
1º
Edgar André |
Alemanes |
|
2º
Comuna de París |
Franco-belgas |
la
14ª |
3º
Dombrowky |
Polacos,
húngaros, yugoslavos |
a
las 12ª, 150ª y º3ª |
4º |
|
|
XIIª
Garibaldi |
Noviembre
1936 |
1º
Thaelmann |
Alemanes |
a
la 11ª |
2º
Garibaldi |
Italianos |
|
3º
André Marty |
Franco-belgas |
a
la 150ª,12ª y 14ª |
4º |
|
|
XIIIª
|
Diciembre
1936 |
1º
Louise Michel |
Franco-belgas |
a
la 14ª |
2º
Chaoaiev |
Balcánicos |
a
la 129ª |
3º
Henri Vuillemin |
Franceses |
a
la 14ª |
4º
Mickiewicz |
Polacos |
|
XIVª
La Narseillaise |
Diciembre
1936 |
1º
Nueve Naciones |
|
al
Comuna de París |
2º
Domingo Germinal |
Anarquistas
españoles |
|
3º
Henry Barbusse |
Franceses |
|
4º
Pierre Brachet |
Franceses |
|
XVª
Lincoln-Washington |
Febrero
1937 |
1º
Dimitrov |
Yugoslavos |
a
la 129ª. Luego a la 13ª |
2º
Inglés |
Ingleses |
|
3º
Lincoln-Washington. Mackenzie-Papineau |
Norteamericanos |
|
4º
Seis de Febrero |
Franceses |
a
la 14ª |
XII-bis
(En junio, la 150ª)
(En julio, la XIIIª) |
Abril
1937 |
1º
Rakosi |
Húngaros |
Desde
junio será la 150ª. En julio 1937 será la 13ª en
sustitución de la 13ª disuelta |
2º
derivado del 1º |
3º
derivado del 1º |
4º
derivado del 1º |
129ª |
|
1º
Masaryk |
Checoslovacos |
Vinculado
a la 45 Div. |
2º
Djakovich |
Búlgaros |
|
2º
Dimitrov |
Yugoslavos |
|
4º |
|
|
86ª
Brigada |
|
1º |
Españoles |
|
2º |
Españoles |
|
3º |
Españoles |
|
4º |
Internacional |
al
mando del coronel Moraldi |
Conscientes
de la existencia de una deuda de gratitud, gracias a la iniciativa
de varios Grupos Parlamentarios (Socialista, Izquierda Unida,
Iniciativa per Catalunya y Partido Nacionalista Vasco), fue
aprobada por el pleno del Congreso de los Diputados la concesión
de la ciudadanía española a cuantos participaron como
voluntarios en la Brigadas Internacionales durante la guerra civil
española (1936/1939), lo que se materializó mediante el Real
Decreto 39/1996, del 19 de marzo. Para la concesión de la
nacionalidad española era precisa su previa solicitud y
acreditación, entre los escasos requisitos necesarios, la condición que pudo
resultarles más pintoresca, aunque razonable, dadas sus
demostradas tendencias políticas, fue la de jurar o
prometer fidelidad al Rey. Otro requisito fundamental era la
renuncia expresa a su anterior nacionalidad (salvo si pertenecía
a países iberoamericanos).
Se
preparó convenientemente la llegada de los supervivientes
interesados, organizándose en su honor diferentes actos, visitas
y homenajes. Pero, a pesar del calor ofrecido por innumerables
grupos, muchos personajes y políticos que deberían haber
arropado a los brigadistas, se mostraron más bien tibios o
pasaron casi de puntillas, incómodos, tratando de mantenerse al
margen de los actos. Deseosos de correr rápidamente un velo sobre
demasiadas páginas de nuestra historia y de sus protagonistas,
esta acogida distante y aséptica se evidenció en muchos de
quienes se presentan como sus más cercanos herederos
políticos. En muchos aspectos fue una ocasión irrepetible
pero mal aprovechada.
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(I)
La información manejada por las tropas de Varela, sobre la
organización de la defensa en la ciudad apoyaba la confianza en
hallar una resistencia poco efectiva y anárquica. Los motivos para esas conclusiones, que preveían
hallar una resistencia poco mentalizada y escasamente combativa,
eran diversos. Se sabía,
como ejemplo, que los
10.000 voluntarios republicanos encargados de cavar trincheras y
levantar fortificaciones, respetaban el horario laboral y el
descanso de fin de semana. Lo que no era concordante con un
espíritu numantino durante un estado de sitio.
(II)
Esta dificultad en controlar la posible
incorporación de indeseables, hizo que en algunas poblaciones se
registraran pillajes. Abundaron las denuncias por robos,
violaciones o asesinatos, que en ocasiones trataron de ser
atajados con juicios sumarísimos en las propias unidades.
Pero
también supieron colaborar con su trabajo en ayuda de los
campesinos de los pueblos donde vivaqueaban durante los periodos
de calma, colaborando en la recolección u otras faenas del campo. O
ayudando con su trabajo, y hasta con su dinero, en hospitales,
centros de rehabilitación de heridos o escuelas.
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Cartel de
las Brigadas Internacionales, que trata de mostrar su
compromiso en la defensa del trabajador industrial o
agrario. |
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Ver
Ficha Complementaria:
Casco
Español Adrian francés
(2)
Ver
también: Casco francés Mº 26 Adrian.
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