(**) La Armada Española cuanta con un importante número de naves con aeronaves auxiliares, además de portaaeronaves y nuevos buques para responder en teatros lejanos, como el nuevo BPE.

A este respecto, recuperando la información sobre el BPE-LHD  expuesta en la Ficha Casco de Cubierta, anotemos que la botadura del mismo se efectuó el 10 de marzo de 2008 en el astillero de Ferrol-Fene de Navantia. Bautizado con el nombre Juan Carlos I, tenía prevista su incorporación a la Armada en 2009, pero una serie de retrasos han impedido el cumplimiento del plan de construcción y armamento. Las primeras pruebas de mar se efectuaron del 22 al 24 de septiembre de ese año.

Finalmente el buque fue entregado a la Armada el 30 de octubre de 2010 en un acto presidido por el Rey Juan Carlos I en el arsenal de Ferrol. El buque anfibio-portaaeronaves recibió LHD L-61 en la lista de buques de la Armada. Integrado en el Grupo Dos de la Fuerza de Acción Naval de la Flota, su base será la base naval de Rota. El Gobierno español ya había reconocido el 5 de noviembre que su construcción había sufrido "un pequeño retraso" de 4 meses en el programa establecido. Ha sido debido a la inclusión de una serie de modificaciones solicitadas por la Armada para incorporar al proyecto inicial los último avances tecnológicos y logísticos que la investigación aporta. Principalmente se proyecta modernizar los sistema y sensores, mejoras de habitabilidad, además de un estudio sobre la viabilidad de embarcar el F35B, la versión naval de cazabombardero norteamericano JSF.

	Se trata del mayor buque que la Armada española ha tenido jamás, diseñado y construido íntegramente por el astillero militar. La nueva unidad multiplica las capacidades de la Marina de Guerra española.
El 17 de septiembre de 2013, en Cádiz, la reina Dª Sofía apadrina el buque "Juan Carlos I", completamente vestida de negro, según la tradición inaugurada por la reina Isabel II, entregando la bandera de Combate.

La comparación de características ya estudiadas, entre el portaaeronaves R-11 (Príncipe de Asturias) y el BPE L-61 (Juan Carlos I), no deja lugar a dudas sobre la enorme potencialidad de éste último.	Características	R-11	BPE  L61
	Eslora	195,1 m	231,4 m
	Manga	24,4 m	32,0 m
	Calado	6,7 m	6,8 m
	Desplazamiento	17.188 ton.	26.800 ton.
	Autonomía	6.500 millas a 20 nudos	9.000 millas a 15 nudos
	Cubierta de vuelo	175,3 m	185,0 m
	Ascensores	2 + 2 menores	6
	Hangar	2.300 m2	3.000 m2

Su garaje de 1.400m2 le confiera una gran capacidad para el transporte de vehículos ligeros y pesados, como el Leopard II. Su capacidad se amplia utilizando el dique, de 975m2, llegando a almacenar 46 carros. En su dique de 69m por 16m puede albergar 4 lanchas de desembarco, de 4 a 6 lanchas neumáticas y un hovercraft.

Sus dos hangares tiene capacidad de almacenamiento para aproximadamente 144 contenedores de materiales y un hospital con dos quirófanos, una unidad de Cuidados Intensivos, una sala de Rayos X, un laboratorio y una farmacia.

Las características de esta colosal nave han sido valoradas internacionalmente, haciendo que la Armada española se sitúe en una posición privilegiada entre las marinas más capaces (antes de su entrega ha generado un primer contrato para la exportación de dos BPE para la Armada Real Australiana, además de otros buques menores). 

La potenciación de la Armada Española suele reavivar el proyecto de un segundo porteaaeronaves de apoyo al actual R-11 "Príncipe de Asturias" o una necesaria sustitución por una m-as moderna nave que mejore sus características.

Otra nave importante que potenciará considerablemente la Armada Española es el nuevo Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC). La moderna nave será bautizada "Cantabria", en homenaje a la Comunidad Autónoma de Cantabria, de tan amplia tradición en las cosas de "la mar" (el cántabro santoñés Juan de la Cosa, cartógrafo y propietario de la carabela "María Galante", rebautizada "Santa María", nave capitana en el descubrimiento de América, es un referente del historial de la región). (A)

Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) "CANTABRIA"

Ramón Bonifaz, nombrado primer Almirante de la armada castellana, consiguió la entusiasta participación de numerosos buques y sus tripulaciones de las "Cuatro Villa de Costa" (Laredo, Castro-Urdiales, Santander y San Vicente de la Barquera) entre otras, así como del resto de los puertos del Cantábrico, gallegos, asturianos y vascos. Se reunieron 13 naves de vela, incorporando 5 galeras construidas expresamente a cargo de la Corona de Castilla en los astilleros de Santander.

La primera "Real Armada de Castilla" fue la primera auténtica escuadra en regirse por las ordenanzas militares a todos los efectos de autoridad, maniobras y objetivos, en España.

Frente a la desembocadura del Guadalquivir derrotó a la flota mora de Abu Qabl y a la que suministraba refuerzos a Sevilla. Cuando los vientos le fueron propicios, embistió el puente-barrera con dos naves cuyas proas habían sido reforzadas con grandes tablones sujetos con pernos. La embestida de la primera nave desestabilizó el puente-barrera, pero las cadenas resistieron. La proa del segundo navío, lanzado a gran velocidad, en el que iba el propio Ramón Bonifaz, consiguió romper las cadenas y desbaratar la barrera.

El 23 de noviembre de 1248 se rindió la ciudad. Una de las consecuencias de esta experiencia fue la convicción de la necesidad de una Armada permanente que se empezaría a construir inmediatamente.

	Diversos puertos, cuyas naves formaron en la primera Marina de Castilla, reflejaron en sus escudos, concedidos por el rey, la gesta. En el escudo de Santander se representa una nave en el río Guadalquivir lanzándose a toda vela contra una cadena que une la Torre del Oro de Sevilla con el barrio de Triana (incluye las cabezas de dos santos,  san Emeterio y san Celedonio).
	Escudo de Santoña, Cantabria, con el cuartel de la Torre del Oro (aquí sustituida por una torre), el Guadalquivir y la nave con las velas desplegadas embistiendo la cadena.

En 1581, por encargo del rey Felipe II, en el astillero de Guarnizo se construyó una serie de nueve galeones para la defensa de Indias. Estos barcos están recogidos en la historia de las marinas de guerra como los primeros galeones oceánicos de guerra que han existido. Se encargarían del transporte del tesoro y escolta de las flotas.

Esos astilleros cántabros llegaron a construir más de 100 grandes buques de guerra para la Armada Real, declinando su actividad desde finales del siglo XVIII, tras haber sido relevado en su actividad por El Ferrol, como nueva cabeza del Departamento Marítimo del Cantábrico. En 1871 la fragata Don Juan sería el último navío de guerra botado para la Armada.   Escudo de Avilés, Asturias, que recibió las "armas nuevas" por la participación de Rui Pérez con buque y gente en la toma de Sevilla (la tradición atribuye a Rui Pérez la rotura de las cadenas). No es el único escudo asturiano que cuenta con esta nave (Castrillón, Peñamellera Alta y Baja, Ribadedeva, entre otros). Estas armas se repiten en diversas poblaciones del Cantábrico y costa gallega, aunque no siempre respetando los símbolos históricos).

Algunos de los buques construidos en estos astilleros cántabros por sus especiales características o su historial bélico, mantienen su recuerdo en la Historia de la Marina de guerra española.

El "San Juan de Nepomuceno", botado en 1766, de 2.700tm, 74 cañones, 540 hombres, gemelo de otros cinco navíos, combatió en la batalla de Trafalgar, llevando en la batalla una tripulación de casi 700 hombres. Tras combatir contra seis buques ingleses, se vio obligado a rendirse tras la muerte de su brigadier Cosme Damián Churruca (19 de octubre de 1805).

El "Real Felipe", 54m de eslora y 16m de manga, primer navío español de tres puentes y armado con 114 cañones, 3.700 toneladas de desplazamiento, el mayor buque de guerra del mundo es su momento, demostró sus cualidades en la batalla de Tolón, cuando la escuadra combinada franco-española se enfrentó y venció a la escuadra inglesa en Tolón)

Anotemos, como dato complementario, una referencia sobre el mayor navío de línea jamás construido, el español "Santísima Trinidad"(también denominado "La Real"). Fue botado en La Habana, Cuba, en 1769 y armado con 120 cañones. De 4.950 toneladas de desplazamiento, 60m de eslora y 16m de manga, tras los combates en Espartel y San Vicente en 1772, quedó mal parado, siendo reparado y modificado, convirtiéndose en el navío de línea más grande jamás construido, único navío de cuatro puentes, como se ha indicado. En 1805 ya estaba artillado con 136 cañones y 4 morteros. Se hundió tras su captura, tras la batalla de Trafalgar.

En el "Código de las Siete Partidas" de Alfonso X el Sabio, en la 2ª Partida se da la definición de Almirante (Almirage) al "Caudillo de todos los que van en los navíos". El nombramiento como "Primer Almirante de Castilla" a Ramón Bonifaz por Fernando III en 1248 supuso la incorporación de una categoría militar proveniente de la denominación árabe "Emir-al-ma", título con que se reconocía al "Emir responsable de los temas del mar". Aunque se acepta su origen árabe, no se tiene certeza plena del origen del título, considerándose también  provenir de "Amir al-bahr" (Comandante del Mar) o de "al-emir" (el príncipe). Décadas más tarde, en 1283, Pedro III, otorgó el título de Almirante de Aragón a Roger de Lauria (el título traspasó las fronteras rápidamente y ya en 1270 Luis IX había nombrado un "Primer Almirante de la Armada Francesa" y también Gran Bretaña adoptó el título de Almirante para su Armada). Pronto el título de "Almirante" fue aceptado universalmente.