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Esta y otras consignas cargadas de imaginación corrosiva (¡La Imaginación al Poder!) dominaron las paredes de un asombrado París en mayo de 1968.

Tras muchos años de mirarse complacientemente sus propios ombligos, las democracias y los países totalitarios sintieron moverse el suelo sobre el que se creían perfectamente asentados. Fue un estallido general que recorrió las apoltronadas sociedades, sacudiéndolas frenéticamente, hasta amenazar sus propios cimientos. La razón, no obstante, era sencilla, los jóvenes (la generación del baby boom) cuestionaban la forma de vida que sus mayores habían construido para ellos, sin haberles consultado.

La reacción, inmediata, coordinada, y vigilante en un principio, se trocó en violenta y desproporcionada, casi brutal, contra un inconformismo hirviente que, furioso, crecía en sus demandas devolviendo violencia con violencia. Finalmente todo pareció volver a sus cauces originales. Pero todos sabíamos que esta conclusión no era real. Aunque se habla de un "antes" y un "después", se dice que aquellos valores amenazan nuevamente con quedar disueltos en un nuevo y más brutal materialismo. Pero el mundo había cambiado irremisiblemente. Nuevos valores universales y sentimientos solidarios anidarían desde entonces, de forma irreversible. 

Aunque el mayo de París parece lejano, el germen permanece activo en multitud de grupos sociales que se han convertido en los abanderados de aquellas demandas (derechos de la mujer, ecologistas, grupos de solidaridad internacional materializados en numerosas ONGs, etc). (*)

En Francia, los alborotadores en París o Lyón, se enfrentaron a la C.R.S. (policía antidisturbios, les guardiens de la paix) equipada con un negro casco cuya imagen se ha fundido con las principales secuencia que aquella "guerra".

	Protegidos con el casco negro, de fibra de vidrio, escudo, gafas de seguridad e impermeable, los agentes de la Sûreté contestaron con dureza la rebelión estudiantil.
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No era la versión definitiva pero requirió muy pocos retoques hasta perfeccionarlo.

Primer modelo de este casco en 1954 (con emblema frontal de la prefectura de París). Col: J. Valls.

Visera y vuelo lateral es más amplio y con mayor inclinación.

Sobre la bóveda, la cimera metálica confirma la intención de sus diseñadores de perpetuar la tradición del casco francés, ahora sin misión de aireación.

Esperando órdenes

Bajo la bóveda lleva encolado un fuerte disco de neopreno.

La guarnición, de tipo Riddell, se forma mediante anchas tiras de tejido sintético en color  negro o gris oscuro, se fija al casco mediante 6 remaches cromados.

	Disco de neopreno bajo la bóveda.
	Sello en el interior de un casco del Mayo del 68: MANOVER MADE IN FRANCIA

El barboquejo es un alarde de complicación. En cuero color avellana, muy complejo en su composición, consta de 3 tiras principales, con bucles para su deslizamiento y ajuste a la nuca.

La tira principal baja desde los laterales para pasar bajo el mentón (tiene un presor automático como enganche rápido).

Una tira más larga, abraza la parte superior del mentón y pasa por dos bucles de cuero instalados bajo la parte posterior del casco.

Enganches, hebillas y broches, se multiplican para conseguir una buena estabilidad.

Esta tira se desliza sobre la tira anterior mediante otros dos bucles laterales, tomando el aspecto de un "bocado". 

El resultado es un barboquejo muy complicado y difícil de ajustar, pero considerado por los fabricantes como "indécrochable".

Los tetones para enganchar las anillas del barbuquejo se hallan cubiertos con sendos tacos de neopreno para mejorar la protección interior.

Los Serviciso Técnicos de la Prefectura de Policía1 entregó l primero 1.500 en abril de 1954.

Como distintivo, tanto los cascos de la Gendarmerie, como la Sûreté,  presentan frontalmente el emblema del cuerpo.

Este emblema, con gorro frigio incluido, había  permanecido reglamentario en la POLICE,  justo hasta 1968. (***)

Durante la represión de las algaradas, los agentes antidisturbios se protegieron con antiparras, algunas de ellas con un diseño anguloso aportaba a los policías aspecto un tanto siniestro.

Aunque las primeras entregas carecían de protección para el rostro, para aumentar la visibilidad y seguridad de los agentes, posteriormente se distribuyeron unas amplias pantallas protectoras de polycarbonato, que se sujetaban sobre el casco de forma un tanto rudimentaria, mediante una banda de goma.

Pantallas de Polycarbonato (****)

Este casquete de poliuretano cubría completamente el interior del casco hasta el évasé de la visera. A los lados ofrecía un rebaje semicircular para facilitar la utilización de elementos de radio y telefonía.

Policías antidisturbios ante barricadas incendiadas, acometen con las pantallas protectoras giradas hacia atrás

Simultáneamente se utilizaron cascos de acero Mº 51 principalmente por parte de la Gendarmería. Estaban también pintados de color negro y presentaban frontalmente la granada plateada con las letras FR. Su barboquejo también era especial.

Los cascos de acero fueron sustituidos paulatinamente, generalizándose el uso del M-54.

Un buen número de estos cascos fueron exportados a diferentes países del área francófona, pertenecientes antiguo imperio colonial francés.

(*) Realmente "les événements" (los acontecimientos) se iniciaron el 22 de marzo de 1.968 cuando los estudiantes de la Universidad de Nanterre, capitaneados por Daniel Cohn-Bendit (Dany el Rojo) invadieron las oficinas de la dirección planteando una serie de importantes cambios en las normas universitarias (derecho a realizar reuniones políticas, derecho a recibir visitas en las residencias universitarias, etc.).

La universidad fue cerrada, pero el 3 de mayo, el "Movimiento 22 de Marzo" se trasladó a la Universidad de la Sorbona, en el centro de París, donde explicaron las razones del movimiento ante otros 4.000 estudiantes. A las 4,30 de aquella misma tarde, ignorando el "fuero" del campus, el rector hizo entrar a la policía para su desalojo, que fue realizado con gran violencia (lo que hizo que enojados, se unieran a los revoltoso los indiferentes).  Un miembro de la Garde Républicain, equipado con su casco M-54, se enfrenta a un desafiante Daniel Cohn-Bendit ante la Sorbonne.

La primera barricada se levantó a las 7,30 de la tarde por unos 1.000 estudiantes en el boulevard de Saint-Michel, tras una serie de detenciones y porrazos de la policía. El número de estudiantes se duplicó en poco tiempo. El cierre de la universidad y la detención de nuevos cabecillas y su rápido procesamiento sólo sirvió para incrementar la escalada, los estudiantes resistían las cargas de la policía y ésta multiplicaba y endurecía sus actuaciones.

Ya eran más de 15.000 los estudiantes que participaban en la resistencia. La prensa, en particular la de izquierdas, fue despiadada con el movimiento estudiantil. El día 10 las barricadas en el barrio latino estaban defendidas por estudiantes y obreros que resistían hasta diez cargas de la policía antes de ceder. A las 6 de la mañana fue tomado el barrio, pero la rebelión se extendía como la pólvora por Paris. El lunes día trece más de 800.000 personas recorrieron París en manifestación. La magnitud de la respuesta ciudadana envalentonó a los cabecillas del movimiento elevando el nivel de sus demandas, hasta pretender la caída del sistema. Estudiantes, obreros y artistas hicieron causa común.    Policías con el casco reglamentario, haciéndose lentamente con el control de la ciudad.

De Gaulle, que tenía programada una visita a Rumanía, no la anuló, desplazándose a aquel país. La definitiva huelga general no se hizo esperar y el día 19 más de 22.000.000 de obreros la secundaron  sin que los sindicatos, sorprendidos y desbordados, pudieran controlar la situación. Pierre Mendès-France, antiguo jefe de gobierno, quiso aprovechar el río revuelto pretendiendo encabezar la insurrección ya generalizada. 

De Gaulle que al apreciar la magnitud de la situación había exclamado: "La réforme, oui; la chienlit, non" (La reforma, si; el desmadre, no) finalmente decidió ofrecer reformas, convirtiéndose en el promotor de los cambios, y propuso un referéndum. Una nueva noche de barricadas contestó su propuesta. La desaparición del General durante 18 horas causó cierto estupor (un helicóptero le había llevado de su casa de Colombey con rumbo desconocido). 

Se especuló con la posibilidad de una huida, pero luego se corrió la noticia de que había mantenido una entrevista con los jefes militares al mando de las fuerzas francesas destacadas en Alemania, y le habían prometido marchar sobre París para sostener en el poder a su general, si fuera necesario. El día 30 De Gaulle anunció la disolución de la Asamblea Nacional y la inmediata convocatoria de elecciones. La respuesta fue instantánea y en los Campos Elíseos se concentró más de 1.000.000 de partidarios del general. Aquello fue el principio del final. Un puente festivo desactivó los ánimos de miles de obreros y poco a poco la normalidad se fue adueñando de París. A mediados de Junio ya todo había concluido.   Cartel estudiantil contra la brutalidad de la policía. El casco, junto con la porra y el escudo, es un evidente protagonista.

Los resultados del día 23 mostraron una victoria aplastante del UDR (Unión para la Defensa de la República). Como epílogo, 11 meses más tarde, tras un nuevo referéndum, De Gaulle fue derrotado y dimitió inmediatamente, al haber ligado los resultados con su renuncia. La pretensión de restar poder al Senado había sido rechazada.

Los acontecimiento del Mayo del 68 francés, aunque los más importantes, no fueron los únicos brotes de violencia que registraron los años 60. En Estados Unidos, dos años antes, en 1966, como consecuencia de la guerra de Vietnam (la guerra sucia) y los problemas raciales, se sucedieron comportamientos violentos de estudiantes y pacifistas. Los guetos negros se rebelaron (asesinato de Martin Luther King) y aparecieron los Black Panthers. Pero la lista de acontecimientos que convulsionaron el mundo durante la segunda mitad de aquella década de una u otra forma, es muy completa y significativa:

Aún perduran los ecos de las consignas lanzadas por quienes fueron definidos por Alain Peyrfitte, Ministro de Interior, como "une poignée de troublions"" (un puñado de perturbados). Y el recuerdo de unos slogans que recorrerían el mundo dando testimonio:

(**) FRANCE SOIR, el 15 de febrero de 1954. "LES GARDIENS PARISIENS ONT DE NOUVEAUX CASQUES ET DES GANTS-BOUCLIERS".

<< Los Guardianes de la Paz de la policía parisina van a ser dotados, para los días de manifestación, de un nuevo casco en material plástico, más ligero y más resistente que los que vienen utilizando hasta hoy. El barboquejo, visible en la foto, asegura a este marcial cubrecabezas, una sujeción perfecta, mientras un cubre-nucas protegerá esta parte, de los ataques del adversario. Finalmente este  equipo se completa con un guante-escudo, previsto para detener los golpes levantando el brazo. >>

LE PARISIEN LIBERE, el 13 de febrero de 1954, titulaba: "UN NOUVEAU CASQUE POUR LES AGENTS PARISIENS".
<<  Para los días de manifestación, los agentes de la policía parisina van a ser dotados próximamente de un nuevo casco de material plástico, más ligero y más sólido que el precedente y dotado de un barboquejo que proporcionará una sujeción perfecta. El equipo de protección se completará con un "gant-bouclier" (guante-escudo) que permitirá parar los golpes levantando el brazo.  >>
Col: J. Valls

(***) Un precedente significativo es la Brigada Móvil de la Reserva de la Gendarmería, del Gobierno de Vichi, durante la 2ª Guerra Mundial. Emblema de casco de la Brigade mobile du la Reservation du Gendarmería, GMR.

(****) Las primeras gomas para sujetar las pantallas se entregaron en color azul.