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Los primeros cascos con que los
carristas norteamericanos de Infantería y Caballería
contaron al inicio de la Segunda Guerra Mundial, en
1941, fueron derivaciones del conocido casco Riddell
utilizado por los jugadores de "football"
americano, proyectado para soportar golpes en el deporte
y, por ello, con evidentes limitaciones.
Estos cascos deportivos
sirvieron también como referente a la hora de diseñar,
con pocas variaciones sobre el original, cascos para los
primeros paracaidistas de los "marines".
Fabricados en fibra prensada,
carecían de características balísticas, lo que no fue
siempre considerado como imprescindible ya que la mayor
aplicación de estos cascos era soportar golpes en el
interior de los blindados.
En
la foto de la reseña sobre el general Patton (se trataba de
una figura que gozaba de gran prestigio) aparecida en 1943, en
una
revista de propaganda de guerra, se aprecia que va protegido por uno de sus
particulares cascos, uno de estos "tipo Riddell", en aquellas fechas ya
superados. |
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