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El
casco norteamericano Mº M-5 es el producto final de una amplia serie de
cascos que fueron equipando sucesivamente a los tripulantes de la USAF,
a lo largo de la 2ª GM.
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La
necesidad de un casco protector que defendiera a los pilotos de los
efectos de la artillería antiaérea, era una demanda que se remontaba a
los años de la Gran Guerra.
Paralelamente
a la aparición del casco de combate Mº M-I, se iniciaron los estudios
para dotar a las tripulaciones de los bombarderos de un casco "anti-Flak".
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La
casa Disney dibujó innumerables insignias para la
aviación norteamericana (también para la RAF) durante
la 2ª GM. |
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Este
tipo de cascos debían permitir la utilización simultánea de mascaras
de oxígeno, auriculares y gafas protectoras. Ello condicionaba
sobremanera cualquier proyecto.
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El
primer estudio, Flyer's T-2, se inició en 1942 y supuso la materialización de un
casco de acero en la línea clásica del modelo de combate M-I, con los
laterales recortados para poder acoplar los auriculares. Un
par de conchas metálicas, fijadas al casco mediante bisagras, añadían
protección lateral. Unos discos de fieltro marrón acomodaban la
presión de estas "conchas" sobre los elementos de
comunicaciones.
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Casco
Mº M-3. Basado en el caso universal M-I. El M-3 se completa
con unas conchas metálicas para proteger los cascos de la
radio (Col: Museo Hª Mtr. de Budapest). |
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De éste
primer casco, posteriormente clasificado como M-3,
se fabricaron grandes cantidades (al rededor de 213.000 unidades), pero
su visera y volumen impedían su uso por parte de algunos artilleros que
operaban en espacios muy reducidos e incómodos (en particular en
algunas torretas y nichos situados en la "panza" del
avión).
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42nd
Bombardement Group, 75th Squadron. |
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Los
grandes bombarderos estaban materialmente erizados de pesadas ametralladoras para contrarrestar su lentitud y vulnerabilidad, ya
que el apoyo de los cazas no siempre era posible ni suficiente.
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B-17F
(Flyng Fortress),
Fortaleza Volante. |
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(*) El
veterano bombardero "Consolidated" (Liberator en Gran
Bretaña), ya contaba con diez ametralladoras de media pulgada, que
podían disparar en todas las direcciones.
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Por
otra parte, la flota de bombarderos estadounidenses era una de las
grandes bazas de Estados Unidos, que no reparó en gastos para
hacerla cada vez más efectiva. (*)
Para
equipar estos bombarderos, se estudió rápidamente un nuevo casco contra la metralla
antiaérea. Éste proyecto, Helmet Flyer,s
T-3, será fabricado inicialmente en Londres a finales de
1943.
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Se
compondrá de una serie de tiras de acero Hadfield al
Manganeso enfundadas en tela, unidas, en los modelos posteriores, por
un cuerpo exterior de cuero marrón, y forrado interiormente por piel
de gamuza. Se diseñó para colocarlo sobre el casco de vuelo y,
mediante unos espacios abiertos en los laterales, permitirá el paso
de los auriculares. El barboquejo es sencillo, en cuero y ajustable
mediante hebilla a la izquierda, pero contará con un broche rápido
de botón metálico de presión a la derecha.
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Casco
Mº T-3. Sus dimensiones permiten su utilización sobre el casco
de vuelo. Fue utilizado, principalmente en las fortalezas
volantes B-17, sobre los cielos de Europa. |
Este
casco producido en Gran Bretaña por Wilkinson Sword Company para la US Air Force, será
pronto también fabricado en Estados Unidos por la Wright Field Co,
de Ohio. Las diferencias con el modelo inglés, si las hay, son
insignificantes.
(**)
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Con el fin de aumentar su protección, nuevamente
se recurrió a añadirle unas conchas sobre los laterales (similares a las
del anterior M3). El forro, incluidas las "conchas", era de
tela verde oliva, exterior e interiormente.
Su barboquejo era en cuero o
tejido, con hebilla. Este nuevo modelo sería clasificado como Mº M-4
A1 y, en un mayor tamaño de diseño posterior, como Mº M-4 A2,
manteniendo su producción desde mediados de 1944 hasta agosto de 1945.
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El final de la guerra abortó un desarrollo de este
cascos, que acabaría forrado en cuero.
(***)
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Sobre el Pacífico, pilotando un
B-29 "Superfort" protegido con
chaleco y el casco Mº M-4 A2
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Las abundantes ventajas del primitivo Mº
M-3 debían de ser recuperadas. Para ello se trabajó en un nuevo
proyecto, el T-8, que perfeccionaría otro estudio inacabado, el T6 E4,
y que finalizaría con la fabricación, en junio de 1945, de un nuevo
casco, el Mº M-5, que, evidentemente, sería el último proyectado
durante la 2ª GM. Su producción quedaría muy limitada en el tiempo
(junio 1945/agosto 1945).
Se
trataba de un casco embutido en una sola pieza, en acero Hadfield al
Manganeso. En esta ocasión
reproducía la forma del casco Mº M-4 A2. Por ello, a diferencia
del M-3, carecía de visera y la zona frontal quedaba mucho más
despejada. Las conchas laterales cambiaron de diseño,
alargándose de forma considerable, aumentando la protección
lateral.
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La guarnición, en
tejido, se componía de dos partes. El zuncho, en tela, con
bandas y ajuste de lazo, con una disposición tipo Riddell.
Presentaba una cómoda sudadera de cuero.
Un
ingenioso sistema de engarce permitía la extracción total de
la guarnición y su fácil sustitución. |
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Tanto la
sudadera de cuero, como el resto del zuncho de tejido, presentan una serie
de pequeños tetones metálicos para su sujeción al casco. Éste
lleva soldada una pletina con una serie de muescas
correspondientes a los tetones del zuncho (sistema
que serviría de referencia a la hora de diseñar, 20 años más
tarde, la nueva
guarnición extraíble del
M-I de 1966. |
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Muescas para encajar
enganches frontales de la guarnición. |
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Una
cinta, a modo de zuncho incompleto, se sujeta al casco en la forma
descrita. Sobre ella se apoya la banda sudadera salvo la parte frontal,
la única de cuero, que se engancha al casco directamente.
El
diseño permite su perfecta adaptación a la particular forma del casco.
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Las extensiones
laterales facilitan su adaptación al casco. |
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La fijación de todos estos
elementos se efectúa mediante remaches y
particulares piezas
"A". |
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Este
sistema permite la extracción de la guarnición y su nuevo
montaje en pocos segundos, con lo que se consigue una mayor
vida del casco al poder reponer los elementos de mayor
deterioro.
La
gruesa sudadera, así como la aceptable separación del resto
de la guarnición del casco, pretendían proteger el cráneo
del contacto cercano con un casco sometido frecuentemente a
bajas temperaturas. |
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A
ello colaboraba la destacada banda de la nuca, importante elemento para el ajuste
del casco al cráneo, que se regula mediante una hebilla.
Estaba fijada al casco al casco pasándola por dos fuertes anillas soldadas. |
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Al
alargarse las conchas laterales hubo que diseñar un nuevo
barboquejo, más corto, de dos piezas.
Fabricado en cuero marrón
(exteriormente de color claro amarillento), se
fijaba a las anillas abisagradas mediante un nuevo sistema de
enganches metálicos que permitía su fácil sustitución. Una
hebilla de enganche rápido completaba el conjunto.
Por sus
evidentes ventajas, el sistema de piezas metálicas de
sujeción del barboquejo fue recuperado para mejorar el de los
cascos de combate M-I a partir de 1951, fecha en que se
entregará una nueva serie de este casco ya con enganches
metálicos. (Ver M-I
1951-1960)
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Piloto
de un B-29 Superfortress, en
el teatro de operaciones del
Pacífico en 1945, equipado para vuelo
a gran altitud, con chaleco M2, casco M-5, máscara de oxígeno y
antiparras protectoras. |
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El barboquejo se
tensa y queda fijado por el dentado de la hebilla. |
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Aunque
derivado del Mº M-3, la forma del casco era sustancialmente
diferente de la de su antecesor, más pequeño y ajustado para
admitir el resto de elementos que componían el equipo del
piloto u otros tripulantes (máscara de gas, antiparras y
elementos de comunicación).
El modelo definitivo se siguió
el consejo de la Artillería Antiaérea del Ejército del Aire
(Air Ordnance Officer, Army Air Forces) de Orlando (Florida), de rematar con un ligero alabeo la
parte posterior para evitar posibles heridas debido a un canto
demasiado rígido.
Para facilitar el
empleo de los sistemas de telefonía, se adoptó la misma solución de
liberar los laterales con unos rebajes de forma semicircular
que permitieran la adaptación de los cascos de escucha.
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Sin
duda, el aviador equipado con estos cascos, además de la
máscara de oxígeno, las gafas protectoras y el equipo de
radio-telefonía, debía sentirse muy agobiado.
Las
incómodas, estrechas y asfixiantes plazas de algunos
artilleros y observadores hacían imposible la adopción de un
equipo completo.
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No siempre
los ametralladores disponían de tanto espacio para desenvolverse
como estos artilleros de un Liberator. |
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La
frecuente presencia de muy bajas temperaturas en vuelos de alta
cota, aconsejó la utilización de una pintura especial que
potenciara el efecto aislante. Esta pintura, que ofrece un tacto
especial, tiene la cualidad de formar una capa semi-porosa que
potencia el efecto aislante.
La
producción final alcanzó la suma de 93.500 cascos M-5, correspondiendo
el mayor peso de ésta a la conocida Mc Cord Radiator
(principal fabricante del M-I) y a Manufacturing Company, de
Detroit (Michigan). |
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Pese
a esta alta producción, algunas tripulaciones no dispusieron de ellos,
como es el caso de las de los B-29 correspondientes
al Grupo de Bombardeo 1/22 Maroc, compuesto por franceses
de la Francia Libre, que en sus bombardeos a la Linea Sigfrido,
ya en 1944, solo disponían como protección anti-flak, del
casco de combate M-I. |
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La
semejanza entre los cascos modelo M-3 y M-5 son
evidentes, aunque el diseño del primero reproduce
fielmente la forma del Mº M-I, y las conchas
laterales sean redondeadas y más cortas. |
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U.S.A.
