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Las
numerosas delegaciones militares invitadas a presenciar las maniobras del
ejército ruso en el distrito militar de Kiev, en 1935, no podían
disimular su sorpresa, mezclada de envidia y recelo. Uno tras otro, 1.500
paracaidistas rusos estaban descendiendo sobre el terreno de maniobras en
una impresionante manifestación de eficacia.
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Observados por los
servidores de las dos ametralladoras dobles sobre el fuselaje, paracaidistas rusos
saltan desde la puerta lateral
de un Bombardero Tupolev TB-3, sobre el
Distrito Militar de Kiev durante las grandes maniobras de 1935.
Estos aviones, no estaban diseñados, lógicamente para esa misión,
por lo que los paracaidistas tenían que saltar sobre las alas y
desde ellas efectuar el salto definitivo (*) |
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Todos
los invitados, particularmente los observadores militares extranjeros, impresionados testigos de un asalto vertical, algo inesperado y sorprendente,
pudieron ver cómo se desplegaban rápidamente sobre
el terreno dos regimientos de paracaidistas con todo su equipo y
armamento, incluidas las
ametralladoras Maxim.
Sensacional mural de la escuela de
oficiales aerotransportados de Riazan, representando la primera gran
maniobra paracaidista que
asombró al mundo entero. |
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También se aerotransportaron dos regimientos de
tiradores, y varios destacamentos de artillería.
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Esta
demostración era el resultado de un trabajo iniciado en 1929 por la decisión
del comandante del distrito militar de Leningrado, Gral. Toukhachevski,
propulsor de nuevas estrategias en oposición a las defendidas por los Estados
Mayores de los países occidentales que se basaban aún en la defensa estática.
(**)
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Foto de las grandes
maniobras de 1935 en el Distrito Militar de Kiev, que inspiró el
mural. |
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Antes
de estallar la 2ªGM, la URSS contaba ya con 6 Brigadas (de 3.000 hombres
cada una) mas tres Regimientos.
Los
primeros cascos utilizados fueron como los de los aviadores, en cuero y en
dos versiones, con piel interna los de invierno y sin ella los destinados
a mejor tiempo. Posteriormente,
una vez creadas las primeras unidades, se decidió el empleo de cascos
similares, pero en tela, previstos inicialmente exclusivamente para entrenamiento.
Paracaidistas rusos con
cascos de tela en 1941. |
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También
los paracaidistas (Brigadas 201ª, 204ª y 214ª) tuvieron
participación en la invasión soviética en Polonia en septiembre de
1939, aunque se produjeron escasos saltos. En estos casos se utilizaron
cascos de cuero negro con forrados interiormente con piel. |
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1936.
Pilotos ante sus TBs. "Hacemos los sueños realidad". "Con
los aviones los soldados de nuestro Stakhanov, los guapos pilotos, hacen
cosas increíbles. Las personas de otras clases ni siquiera pueden pensar
en mandar un avión (Varoshilov) ". |
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Curiosamente
el bautismo de fuego de los paracaidistas lo recibieron combatiendo
en en Extremo Oriente en 1939 donde la 212ª Brigada
Aerotransportada fue desplegada como tropa de infantería en la batalla de
Khalkin Gol contra los japoneses. Ese mismo año grupos de paracaidistas
combatieron en Asia Central para sofocar una rebelión islamista.
Con el fin
de dotar a los paracaidistas de un adecuado casco de combate, basándose en el
casco de acero Mº 36 se estudió una posible variante específica para estas
tropas. |
1934. "Jóvenes en los
aviones". Los jóvenes pilotos y paracaidistas bajo un viejo
avión "Maxim Gorky" |
El resultado
fue una serie de proyectos bastante anodinos. Tres diseños ofrecieron una
forma que parecía adelantar el futuro Mº 39 (aunque los dos primeros
conservaba la cimera de aireación).
Un
cuarto proyecto desarrolló un casco que presentaba un drástico recorte
de la visera, la zona de las orejeras y cogotera. Parece que de este
último modelo se fabricaron cantidades importantes en el periodo de la 2ªGM.
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Simulación según un
prototipo de casco "Ssh 38.2" del museo de Artillería de San Petersburgo. Se eliminó la
cimera de aireación y se recortó la visera y cubre-nuca, en un claro
acercamiento al a clara. |
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Pero
el uso de los cascos no tuvo aceptación debido principalmente al pobre sistema de
ajuste. Se mantenía el mismo barboquejo (y la guarnición interior) que el
casco destinado a las tropas de tierra. Por ello la sujeción resultaba
escasa o nula para un salto. El desplazamiento del casco produjo daños en
cervicales y, en algunos casos, fracturas y daños en el cráneo, con efectos
mortales.
Durante la
"Guerra de Invierno" contra Finlandia se efectuó sobre Petsamo, en
noviembre de 1939 el primer lanzamiento a gran escala, con resultados
irrelevantes. Nuevamente fueron lanzados en Finlandia sobre las defensas de la
Línea Mannenrheim, pero su participación tampoco resultó decisiva. No
obstante, dada la escasa o nula eficacia de las tropas terrestres, los
paracaidistas, combatientes perfectamente entrenados y motivados, fueron
empleados como infantería de élite.
Un buzo
caqui (los primeros fueron de color azulado) es la prenda más
característica del uniforme de salto en los paracaidistas
soviéticos. |
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La
aparición de los cascos Mº 39/40 no mejoraron la situación.
Incomprensiblemente, continuó sin ser estudiado un atalaje diferente que el del
casco estándar.
El
casco de tela fue utilizado en las primeras operaciones sobre
zonas de guerra, en sustitución del de cuero, en escenarios más cálidos. En combate el casco de tela debía ser sustituido por el de
acero, en una operación de cambio (realmente se colocaba el casco de
acero sobre el de salto) que siempre suponía una complicación en el momento
más inoportuno, y la mayor parte de las veces se combatió sólo con el casco de
tela. (***)
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Paracaidistas rusos
perfectamente equipados con uniformes confortables (a
diferencia de sus enemigos alemanes) perfectamente camuflados,
combatiendo en el frente ruso el primer invierno, manejando la
fiable Maxim. |
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Las tropas aerotransportadas
continuaron sufriendo continuos replanteamientos estructurales, reagrupándose a finales de 1942 en la Divisiones. Durante el verano de 1943 fueron
sustituidos por 20 brigadas de Guardias aerotransportadas.
En la
el magnífico cuadro que plasma en todo su dramatismo los
despiadados combates de Viazma en 1942, los paracaidists aparecen luchando
con los cascos de salto. (****)
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Combates por la
recuperación de Viazma, tomada por los alemanes, en febrero de 1942. De
los 14.000 paracaidistas lanzados, solamente 4.000 sobrevivieron. |
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Estos
cascos de tela sufrieron diversas variaciones que, en ocasiones dependían
tan sólo de los diferentes talleres que los suministraban, aunque básicamente eran
intercambiables. Los hubo con una costura central y otras dos laterales (cuatro
piezas), o sin costura central (tres piezas).
La zona de
las orejas siempre tuvo un tratamiento especial, principalmente debido a las
bajas temperaturas que se soportan durante los saltos. Se aportaron diversas y
sencillas soluciones para mejorar la protección.
Con su forro ligeramente
guateado, pretende ofrecer cierto abrigo durante los saltos. |
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Se
aplicaron orejeras con piezas de tela superpuestas que
podían cerrarse con un botón o presor, o sólo con un reforzamiento del
ligero almohadillado interno.
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Acolchado
interno con refuerzo en las orejeras. |
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Desde
la aparición de los aviones a reacción, se procuró aportar un mayor
abrigo.
El
ajuste se efectuó primeramente con una hebilla, pero pronto fue
sustituida por un par de anillas que permiten una mejor y más rápida
regulación de la presión.
Al
mismo tiempo, el diseño del casco permite un abrigo suplementario en
zonas sensibles de la garganta.
La anillas
de ajuste han estado indistintamente en la derecha o en la
izquierda, aunque ha predominado esta última forma.
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Insignia de los
paracaidistas rusos (colocada sobre el brazo derecho desde 1949
hasta 1950) |
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Durante
décadas ha sido frecuente la utilización de antiparras de ventisca para
completar el equipo de salto, lo que produce un engañosa sensación de
protección que permanece limitada al periodo del salto.
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Infantería
aerotransportada durante una parada en 1956, portando cascos de tela
y gafas de ventisca, presentando la versión del PPS-43, de
culatín plegable, y con el emblema aún en la manga derecha. |
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Aunque
en los años sesenta se experimentan nuevos tipos de cascos para los
Desantnik (paracaidistas militares), durante el decenio siguiente los
cascos de tela tradicionales seguirán siendo preceptivos.
Desfilando por la Plaza
Roja, al principio de los años sesenta, con cascos de tela y gafas
contra ventisca. |
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Será
a partir de comienzos de los sesenta cuando se inicia una importante
evolución en las VDV, recibiendo el mayor impulso en su desarrollo que hará
alcanzar a las tropas aerotransportadas soviéticas unas enormes
dimensiones, inigualables en el mundo. Los año 70 verán el apogeo de las
VDV, tanto en número de unidades como en el abundante y especial equipo y
armamento.
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Paracaidistas rusos, con
su equipo y armamento individual esperando la orden de embarque en
un Antonov AN-12 Cub, a mediados de los años setenta. |
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La
limitación en el armamento contra-carros que tanto afectó a las tropas
aerotransportadas durante los primeros años de la guerra, se solucionó de forma eficaz con el desarrollo de diversos modelos de cañones autopropulsados,
en la línea del SU-57 y el posterior SU-85, que eran lanzados sobre
plataformas mantenidas por varios paracaídas especiales.
Paracaidistas rusos
tratan afanosamente de poner en disposición de uso un cañón
autopropulsado SU-57, que ha sido lanzado en paracaídas con ellos. |
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Cuando en
los años 70 se incorporan los vehículos blindados BMD (incorporaban un cañón
principal de 73mm) se consigue el ideal aspirado por los mandos de las VDV.
La
disyuntiva presentada en su día entre paracaídas o helicóptero no hace variar
la formación y equipamiento de los hombres, sino las tácticas de asalto.
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Paracaidistas sobre un
BMD-1 participando en una parada militar a principio de los años 70 |
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Durante los
años 80 se produce un cambio en los cascos de los paracaidistas. Nuevamente se decidirá adoptar
un tipo de protección exclusiva para el salto, manteniéndose su sustitución por el casco de
acero para el combate. El nuevo modelo, fabricado desde los años 70, inspirado en el casco de
los tripulantes de blindados, aportará
una mayor protección contra pequeños golpes.
(*)
El bombardero pesado soviético Tupolev TB-3 (Ant-6) fue
diseñado y desarrollado entre los años 1925 y 1930, en la los estudios
de diseño de A. Tupolev. En 1930 volaba el primer prototipo (Ant-6),
convirtiéndose en poco tiempo en la el avión básico de los bombarderos
de largo alcance de la aviación soviética.
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Fu
el primer gran bombardero monoplano multi-motor, y prototipo base de
futuros desarrollos en todo el mundo. Tras iniciarse la serie con el
TB-1 (se construyeron 218 aparatos), se produjo el avión TB-3 (820
unidades, incluidos los prototipos) con unas características no igualadas hasta el
momento. Los paracaidistas debían saltar sobre el ala y desde
ella lanzarse al vacío. |
Para
las demostraciones de saltos con paracaidistas fue el avión elegido por su capacidad y fácil adaptación. Se
utilizó en las acciones de Khasan y Khalkhin-Gol durante el
enfrentamiento entre la URSS y Finlandia (la Guerra de Invierno).
Los aviones Tupolev TB-3 siguieron rindiendo servicios
durante toda la 2ªGM (1941-45).
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Bombardero pesado Tupolev
TB-3, en 1943 |
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Avión
bombardero: |
Tb-3 |
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Año: |
1932 |
Motor: |
4
x M-34r, 970 HP. |
Envergadura:
|
41,85
m |
Longitud: |
25,18
m |
Peso: |
18.877
kg. |
Velocidad
máxima: |
288
km/h |
Techo
máximo: |
7.740
m |
Autonomía: |
960
kilómetros |
Tripulación:
|
8
hombres. |
Carga
útil: |
bombas
5000kg |
Armamento: |
Ametralladoras
de 8x7.62mm |
(**)
El
Gral. Toukhachevski era partidario de operaciones ofensivas en profundidad
mediante fuerzas de tierra (infantería y blindados) y tropas
aerotransportadas lanzadas sobre la retaguardia del enemigo. Para
convertir sus teorías en realidades comisionó al coronel Minov para
organizar un destacamento de paracaidistas, efectuando el primer
salto en 2 de agosto de 1930, desde su único avión disponible (un Goliath-Farman
con capacidad para sólo seis personas). En dos saltos consecutivos desde
250 m de altura (el general saltará el primero) tomará tierra sobre un
rectángulo de 600 x 800 m. en Voronej, en la región militar de Moscú,
la primera unidad de tropas paracaidistas (parashyutnodesetniy otryad)
en el primer lanzamiento de las recién nacidas Fuerzas Aerotransportadas
Soviéticas. El 11 de noviembre de 1932 ya se cuenta con una brigada
aerotransportada con base en el distrito militar de Leningrado. La unidad
de esta nueva especialidad ha recibido el nombre de Vozdouchno-Desantnykh
voysk (VDV).
Cada uno de estos soldados serán denominados "Desantnik"
(paracaidista). Antes de terminar el año se contará con 29 batallones
con más de 8.000 hombres. El salto durante las maniobras de Kiev sólo
hizo confirmar a los mandos la operatividad de las nuevas fuerzas. Pero
los militares alemanes, ingleses, italianos, franceses, argentinos, etc. presentes,
tomaron buena nota de lo visto y lo trasmitieron a sus respectivos Estados
Mayores.
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Equipo de un
paracaidista soviético |
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Fueron pocos los que supieron aprovechar la enseñanza soviética
(en realidad sólo Alemania sacó conclusiones prácticas que puso
inmediatamente en práctica, Italia en menor medida, Francia hizo en
conato que pronto abandonó, los argentinos, con sus escasos medios
porfiaron tenazmente para conseguir sus primeros paracaidistas, y Gran
Bretaña y Estados Unidos no reaccionaron adecuadamente hasta sufrir las
consecuencias de las lecciones bien aprendidas por la Luftwaffe).
En
1936, dos nuevas brigadas (5.000 nombres) completaban una División de
Infantería Aerotransportada que ya incluía vehículos y tanques ligeros.
Además, con miras a una posible amenaza japonesa, se crearon tres nuevos
regimientos aerotransportados (1º, 2º y 5º) que fueron dispuestos en
Extremo Oriente reforzando la frontera con Manchuria. |
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Paracaidistas rusos
desembarcan rápidamente de un Li-2 (versión soviética del
DC-3 norteamericano) en Manchuria, en agosto de 1945, el nuevo
frente abierto contra los japoneses. Carecen de casco, en espera de
cubrirse con el Ssh 40 de acero, en caso de tener que entrar
en combate. (****) |
(***)
En septiembre de 1941 se inició
la formación de 10 escuadrones aerotransportados, transformados posteriormente
en dos de planeadores y dos regimientos de aerotransportados. El casco de tela
de color caqui fue distribuido como nuevo casco reglamentario. Entre 1941 y 1942
se disponía de una adecuada capacidad de transporte para un Cuerpo de tres
Brigadas, un Batallón de brindados, una División de Artillería.
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Pero cuando
en abril de 1941 se conseguían formar cinco cuerpos de 10.000 hombres,
aún no se había completado su equipamiento en equipos de radio,
vehículos de transporte y blindados, por lo que las primeras semanas
tuvieron que ser empleados como tropas de Infantería de élite (ya
sumaban 100.000 hombres), aunque en agosto se reclamaron esas tropas de
los diversos frentes (y de Moscú) para ser empleadas en su verdadera
función.
Los ya anticuados
bombarderos pesados tetramotores Tupolev BT-3 aún prestaron apreciables servicios a
lo largo de
la 2ªGM. |
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No obstante se recurrió a los paracaidistas en
misiones de Infantería durante el sitio de Stalingrado, así como en los
ataques contra los defensas de Praga y Viena.
En las cruciales batallas de
Kiev y Odessa los paracaidistas rusos fueron lanzados en diversas misiones
tácticas con efectivos más reducidos. También en la península de
Krimea, en Kerch, fueron lanzados paracaidistas de forma autónoma.
(****)
Los paracaidista se hallan presentes en los frentes más castigados,
defendiendo Bérézina, Smolensk, Kiev, o en la primera gran batalle del
frente del Este, Minsk.
Las
VDV pasarán a depender directamente del Alto Estado Mayor (Stavka),
a las órdenes directa del propio Stálin. A finales de 1941 nominalmente
se cuenta con 200.000 paracaidistas, pero las "purgas"
stalinistas han
dejado incompletos muchos cuadros, difíciles de reemplazar en aquel tipo
de unidades.
Durante
el
invierno, en el mayor secreto, se prepara un fuerte contraataque que
requiere agrupar el máximo de fuerzas. Para tan importante operación
la Stavka
decide el empleo de los paracaidistas, y el 5 de diciembre se inicia
la acción junto a Moscú.
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Mayo de 1942 en los refuerzos aportados al 23º y 211º brigadas
aerotransportadas se preparan a embarcar para ayudar a sostener a
sus camaradas de la "Caldera de Viazma". Sus uniformes
camuflados son típicos de los VDV. |
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La
sorpresa es total, pues los
alemanes no han detectado los preparativos para la gran operación. Las
fuerzas soviéticas avanzan haciendo retroceder a los alemanes más
de 250 km., empujados por la caballería y los tanques, además de grandes
masas de infantería. Los paracaidistas son lanzados sobre la
retaguardia alemana para dificultar su reorganización. Los días 3 y 4 de junio una impresionante tormenta
de nieve impide el reagrupamiento de la 201ª Brigada que ha sido
lanzada en las peores condiciones, pero consigue unirse a las tropas de
tierra. Las tropas rusas están llegando al límite de sus posibilidades y
el avance pierde empuje. Para reactivar la operación y mantener la
iniciativa, es lanzada sobre Viazma la 4ª Compañía Aerotransportada que
manda el general Lavachev. Se
estimaron necesarios unos 600 grandes aviones de transporte, pero tan
sólo se pudieron reunir 60 (22 Tupolev BT-3 y 40 chirriantes PS-84
urgentemente requisados a Aeroflot ). Tan
escasos aviones disponibles no permitirán lanzarlos de forma masiva y
contundente (lo que debería haber supuesto la anulación de la
operación), y son enviados a la "Caldera de Viazma" de
forma fraccionada, siendo lanzados los 2.100 hombres de la 8ª Brigada a
lo largo de más de una semana (del 27 de enero al 2 de febrero) con una
gran tormenta de nieve y temperaturas por debajo de -40º. La operación
resultó un desastre, quedando en pequeñas partidas dispersas y sin el
material de apoyo. En esas condiciones, incorporándose a tropas de tierra
que van encontrando, combatirán sin descanso durante un mes tratando en vano
(por la falta del armamento adecuado) de
castigar la retaguardia
alemana. Con el fin de romper el cerco que sufren sus tropas,
recuperar la iniciativa en el frente y tomar Viazma, se decide lanzar la
reserva del Cuarto Cuerpo Aerotransportado repitiendo un salto
masivo, pero con las mismas dificultades y mal planteamiento como el
anterior. Nuevamente se carece del trasporte necesario y la climatología
ha empeorado. 7.000 hombres serán lanzados en las noches del 17-18 al
22-23 en las peores condiciones imaginables, confirmándose el desastre al
constatar que sólo 5.000 hombres consiguen llegar a los puntos de
reagrupamiento. Unidos a las tropas terrestres combatirán durante más de
cinco meses sin parar y junto a las Divisiones 1ª y 2ª de Caballería de
la Guardia y la 329ª División de Infantería conseguirán
recuperar más de 600 km. siendo embolsados innumerables veces y rompiendo
los cercos otras tantas. A finales de Junio los supervivientes romperán
las últimas líneas que les detienen, bloqueando siete Divisiones
alemanas necesarias para reforzar sus castigadas líneas en el frente,
causando a los alemanes graves pérdidas en hombres y material. Aunque han
sido lanzados otro 4.000 hombres de refuerzo a finales de mayo, de los
14.000 paracaidistas que fueron lanzados sobre Viazma, tan sólo han
sobrevivido 4.000. Su premio consistirá en ser transformados en
Paracaidistas de la Guardia y los 10 Cuerpos Aerotransportados combatirán
como Infantería de élite, nueve de las cuales tendrás "la
suerte" de combatir en Stalingrado y, en 1943, en Kurk. Pero
volverán a ser lanzados desde el aire en otra operación tan desastrosa
para los hombres como la anteriores. Hay que destacar que los
paracaidistas siempre se portaron bravamente, con energía y valor, pero
la organización de las operaciones fueron planeadas de forma gravemente
irresponsable convirtiendo en una carnicería los principales
lanzamientos. En la noche del 24 al 25 de septiembre fueron lanzados 4.575
hombres de las Brigadas 3ª y 5ª para reforzar las tropas que perseguían
a los alemanes sobre el Diepe. Nuevamente sin los aviones necesarios, sus
saltos fueron fraccionados y esparcidos sobre un cuadro de más de 200 km2.,
facilitando su "caza" durante los saltos. Los dos primeros
días, durante su desperdigamiento, fueron muertos o capturados más de
los dos tercios de los
"Desantnik". Los
supervivientes se unieron a los partisanos en su lucha contra las tropas
nazis (más del 40% de estos hombres no volvieron nunca). Las grandes
operaciones no se repitieron. Sólo pequeñas operaciones sobre Krimea y
zonas del frente Este.
(*****)
El 8 de agosto de 1945, argumentando obrar con arreglo a las disposiciones
de Yalta, la URSS declara la guerra a un Japón prácticamente derrotado y
en regresión, que está abandonando todos los frentes, pero manteniendo
la cara y defendiendo con ahínco su retirada para evitar una desbandada y
la consiguiente masacre. No obstante los japoneses en aquellas fechas aún
conservan un ejército de más de 7 millones de combatientes apoyados por
10.000 aviones y 500 buques de guerra.
Los soviéticos atraviesan con fuerza la frontera de
Manchuria el 8 de agosto.
El
plan soviético en Extremo Oriente proyectaba liberar los ocupantes del
noroeste de China, Corea del Norte, las islas Kuriles y Sajalín del Sur.
Para ello se debía derrotar al ejército de Kuangtung con más de un
millón de efectivos, fundamental fuerza terrestre de Japón. Las
consecuencias serían rápidas, pues se crearía una situación política
y militar catastrófica para el poder nipón.
Los
paracaidistas formaban parte de un inmenso ejército en Asia. A la cabeza
del Alto Mando de las Fuerzas Soviéticas en Extremo Orientes estaba el
Mariscal de la Unión Soviética Alexandr Vasilevski.
Tras desplazar grandes unidades formadas de veteranos del frente
alemán, contó con la Flota del Pacífico y la Flotilla Militar del
Amur. 1,7 millones de efectivos, 30.000 piezas de artillería y
morteros, 5.250 tanques y
cañones autopropulsados y cerca de 5.200 aviones de combate.
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Principales
penetraciones del ejército soviético y (en azul) asaltos
aéreos de los paracaidistas en Extremo Oriente. Los saltos de
afianzamiento contaron con el riesgo de desconocer el
comportamiento de las tropas enemigas. |
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Las tropas japonesas se hallaban
generalmente protegidas por potentes fortificaciones. La desesperada
defensa japonesa pretendió retrasar lo inevitable. Aunque pronto
comprendieron lo inútil de seguir resistiendo, continuaron
combatiendo con ardor esperando poder negociar la redición con una
posición más favorable.
Vecinos
de
Harbin saludando a los soldados soviéticos |
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Pocas fechas más tarde, el 22 del mismo mes, se
produce la capitulación del Japón. Los soviéticos apresaron más de
600.000 soldados y oficiales japoneses. Las consecuencias de esta derrota
fueron insuperables y apoyan la teoría de que la bomba atómica no fue la causa de
la rendición japonesa.
Para
asegurar la presencia soviética son lanzados grupos de paracaidistas (de
150 a 200 hombres en cada salto) sobre los principales centros
neurálgicos y estratégicos de Manchuria y Corea del Norte, con el enorme
riesgo de desconocer la posible respuesta de las tropas japonesas allí
acantonadas (de esta presencia y su influencia en aquella zona, se
derivará la próxima guerra de Corea, en 1950).
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Ver
FICHA CASCOS DE PARACAIDISTAS RUSOS
2/2
(
Mº 65 )
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