Casco:

CASCOS DEL SIGLO XX

IRA 04

FARINA

                   ITALIA    

Colección: Joseba Revuelta.


Denominación: Elmetto metallico Farina

Ficha: 1/1

Proyecto: Ingeniero Ferruccio Farina Fabricado: 1915. 
Destinos: Escuadras de la Muerte, centinelas, escuchas, etc. Distribuido: 1915-16
Guarnición: Independiente, no normalizada, en tela acolchada. Periodo: I Guerra Mundial. 
Barboquejo: De cuero, dos piezas, con hebilla de clavillo. País de origen: Italia.
Distintivo: Variante: 
  Material: Acero dulce al Niquel-Cromo.
Características:  Muy pesado.  Peso:  (I-2.650/2.850 y II-1.680/1880 g.
Otros: Formaba parte de un conjunto acorazado. Talla:   I y II
Balística:  Contra metralla. La placa, proyectil de 6,5 mm. de fusil Color: Gris verde.  

Alemania, a fin de mantener aislada Francia y evitar sus recuperación que pudiera crear dificultades al desarrollo de la nueva Alemania Unida (manteniendo Alsacia y Lorena), creó la Alianza Dual con el Imperio Austro-Húngaro. Más tarde Italia se incorporó a esa alianza "defensiva", formándose la Triple Alianza. 

El papel de Italia en la Triple Alianza resulta, cuanto menos, bastante incomprensible. Teniendo en cuenta que la pretensiones territoriales italianas se hallaban en Austria (tradicional enemiga de Italia), la costa dálmata, Istria (con la ciudad irredenta de Trieste), el Tirol (con el Paso de Brennero, principal ruta de todas las invasiones desde el Norte), el ingreso de Italia en la Triple Alianza sólo puede entenderse desde una cierta frustración y revancha por la  la invasión de Túnez por parte francesa.
 

Al inicio de las hostilidades en 1914, Italia se declaró neutral, alegando que los agresores eran los austriacos y los alemanes (para compensar la pérdida de este aliado, los Imperios Centrales consiguieron ganarse a Turquía y, posteriormente, Bulgaria). 

Italia se mantuvo neutral durante 9 meses, entrando en la guerra en mayo de 1915. El gobierno italiano contaba con una guerra breve que le permitiera (según las cláusulas secretas firmadas en el tratado con los aliados) conseguir el Tirol, las ciudades de Trieste y Fiume (con su importante puerto) con toda la costa dálmata. El gobierno italiano sabía que no estaba preparado para mantener una contienda prolongada, pero pronto se pudo comprobar que los cálculos para conseguir tan bastos territorios para la monarquía de Víctor Emmanuel en breve plazo resultaron estar equivocados.

El frente entre austriacos e italianos se desarrollaba en un entorno geográfico de gran dificultad para ambos combatientes. Lo inhóspito del territorio añadía enormes sufrimientos a los contendientes.

Tropas alpinas italianas intentado el dificultoso ascenso de un cañón de campaña hasta un nuevo emplazamiento.

Por si fuera poco, las tropas austriacas, que tan mal habían combatido en los frentes ruso y servio, se mostraron muy competentes y eficaces en su lucha contra los italianos.

Para esas fechas, la necesidad de cascos de acero para los combatientes había sido comprobada por todos los ejércitos contendientes. E Italia había iniciado el desarrollo de diversos sistemas de protección.

Los italianos se volcaron en la concepción de unos tipos de protección integral, que incluía grandes corazas además de un casco. En realidad se trataba de recuperar el concepto de armadura. 

Las tropas italianas, cuando preparaban un ataque contra las líneas austriacas, enviaban unas escuadras avanzadas compuestas por cuatro o cinco hombres "Compagnie della Morte" para destruir la maraña de alambradas que impedían el avance de la infantería. Estas escuadras, creadas según una circular de Comando Supremo del 16 de junio de 1915, fueron conocidas como "Compagnie della Morte" debido al alto grado de bajas en su peligrosísimo cometido. (*)

 

Reclutados entre hombres de Infantería e Ingenieros, fueron equipados extraoficialmente con complejas armaduras que incluían petos, hombreras, rodilleras, cascos de acero y fuertes botas de cuero, y tras un corto periodo de adiestramiento, eran enviados a colocar cargas explosivos entre las alambradas enemigas.

Su misión era abrir brechas en las defensas hasta formar pasillos por los que pudieran progresar los ataques propios. 

Tanto las corazas como los cascos se fabricaban en Milán, en la calle Ruffini nº 10, en la factoría del ingeniero Ferruccio Farina.

 La coraza, formada por 5 planchas de acero dulce laminado de 1 a 1,5 mm., compactadas mediante una serie de 25 remaches (las placas principales tenían forma trapezoidal de 30 cm. de alto por 40 cm. de ancho unos 6 mm de espesor), se completaba con el casco que conserva el nombre de su diseñador y fabricante, el Mº Farina.

Los productos de F. Farina solían llevar un sello ovalado en los que se marcaba la talla, rodeada de la referencia del fabricante:  I (o II) TAGLIA   * ING. F. TARINA * VIA RUFFINI 10  MILANO *

Aunque las escuadras de la muerte, debido al enorme peso y engorro de aquélla armadura (9.250 g.) pronto prescindieron de ella, el casco prevaleció, pese a sus limitaciones.
 

El casco Farina fue fabricado en dos tallas. Inicialmente la mayor contaba con una escotadura para facilitar la visibilidad. Sus pesos oscilaban entre 2.650 y 2.850 g. en la talla I, entre 1.680 y 1880 g. la talla II. En cualquier caso resultaban insoportables.

Apreciable diferencia entre los cascos Mº Farina de talla grande (modello alto) (I) y talla pequeña (modello ridotto) (II). Col: Museo de Historia Militar de Hungría.

El casco Mº Farina se conforma sobre una gruesa cazoleta ligeramente ovalada de chapa batida.

 Dos bandas de chapa, una estrecha, de 4 cm., que la circunda posteriormente y otra frontal de mayores dimensiones, 12 cm. (8 cm. en la talla II), ésta formada por 4 chapas remachadas, quedan fijadas mediante remaches, consiguiendo un casco sólido pero primitivo.

 

Casco Mº Farina de talla grande (I). 

 

Remachado interior de las bandas y la cazoleta superior.

 
 
 

La placa frontal, con recorte ocular, o sin él, era la base del diseño del casco Mº Farina. Con una abertura frontal de forma trapecial de 35 mm de alto y 90 mm. de ancho en los cascos de talla grande (I), resultó de mayor eficacia en su diseño, lo que apremió la adecuación de los nuevos cascos de la talla pequeña (II) en la que también se efectuó el rebaje para mejorar la visión. 

Casco Mº Farina Mº I. Col: Museo de Historia Militar de Hungría.

 

Unas pletinas laterales permitían la fijación de un recio barboquejo de cuero. 

Además se comprobó que la falta de aireación hacía aún más difícil su utilización. Debido a ello fueron variados ambos tipos de cascos, abriéndoles lateralmente unas ranuras que facilitaban la renovación del aire. A causa de que estos cascos se colocaban sobre el gorro reglamentario, y posteriormente se entregaron unos gorros acolchados (cappellotto), o simplemente de paño grueso (no existió un modelo normalizado para ello), la aireación era imposible en cualquier caso.

El color habitual fue el verde gris o el verde claro.

También se recortaron algo las líneas de las planchas para ofrecer un diseño menos tosco. La última modificación consistió en la adaptación de una cimera similar a la utilizada en los cascos franceses Mº 15 Adrian. (**)

A pesar de todos los intentos por mejorar y aligerar el casco Mº  Farina, pretendido con la fabricación de un modelo más ligero denominado "casco de trinchera", la demanda del ejército se dirigía a un casco de las características del Mº Adrian francés cuando éste empezó a equipar a los soldados galos.

 

El barboquejo era sencillo, con hebilla. Cortesía: S. Cameron

 

Si bien en un principio se aceptaba que la resistencia del casco Mº Farina a un proyectil de 6,5 mm de un fusil italiano Mº .... era adecuada, pronto se descubrió su insuficiencia frente a los fusiles alemanes o austriacos, que lo perforaban con gran facilidad.  (***)

Casco "Farina" atravesado por un par de proyectiles frontales, que evidencia su falsa seguridad. Col. Privada.

 
 

 Todos los intentos de acoplar sistemas de herencia medieval fueron pronto abandonados y, entre ellos, los cascos Farina. Había empezado la era del casco Adrian de forma irreversible. (****)

En esta fotografía, una de las más conocidas de un combatiente italiano protegido con casco y coraza Farina, se utiliza como demostración de cómo no debía utilizarse el equipo. Tanto el casco como la coraza están colocados de forma inadecuada (aunque este artillero seguro que sabía de dónde podía llegaba la metralla y las esquirlas).

Finalizando octubre de 1915 empezaron a recibirse cascos franceses. Primero con los colores y hasta los emblemas propios del ejército francés, en cantidades muy limitadas, dosificándose de forma escandalosa (6 cascos por unidad). Eran las primeras entregas de un pedido de 1.800 unidades. Pronto se conseguiría su entera y total generalización. 
 

 

(*) Parece que tras no presentarse voluntarios para la primera prueba de "resistencia práctica sobre el terreno", se ordenó a un oficial y cinco soldados, con el equipo completo, asaltar las líneas enemigas. La llegada de aquellos "aparecidos de otros tiempos" causó el natural estupor a los desconcertados austriacos . 

Soldado italiano perteneciente a una "Compagnie della Morte", equipado con casco Mº Farina I y coraza del mismo fabricante. Seguramente este "voluntario" para misiones de gastadores suicidas no está muy satisfecho con su suerte.

(**) Gama de cascos Farina que se llegó a fabricar:

Talla I con rebaje visual

Talla I con aireación
Talla I con cimera
Talla II sin rebaje visual

Anuncio de otro producto de F. Farina, la coraza segmentada "Corsi", en la línea del restos de sus proyectos.

Talla II con rebaje visual
Talla II con aireación
Talla II con cimera

(***) Una serie de fotografías de un casco "Farina" (I) que ha recibido un par de fatales impactos frontales permite analizar su composición estratificada.

 El pobre comportamiento de sus planchas atestigua la escasa resistencia real del casco "Farina" a pesar de su aparatosidad y peso.

Se aprecia cómo ambos proyectiles, tras atravesar el cráneo de su poseedor, impactan contra la zona posterior a punte de ser también perforada.

 
Perforaciones frontales Deformaciones posteriores
 
   

Los proyectiles, en su penetración, abren las cuatro chapas superpuestas que lo conforman, como las hojas de un libro. Col: Privada.

(****) Hay otra clasificación que considera que las variaciones de peso en el Mº Farina se debe a ser fabricado en tres tallas (Mº I de 2.650 g., Mº II de 2.750 g. y Mº III con 2.850 g. de peso), aplicándose la denominación de "casco de trinchera" al más pequeño, que carecía de rebaje visual en la placa frontal, con pesos entre 1.680 g. y 1.880 g).

 


FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA cascos italianos Volver a Italia
Mº FARINA Mº 16-17 Mº 933 Mº CARROS Mº PARA Mº PILOTO
 
FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA
Mº MACH II Mº BK 3S EOD Mº ORDEN PÚBLICO Mº CASSONI ALTO Mº  CASSONI BAJO Mº  TF 89
 
FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA
Mº SEPT2 Mº SEPT2 PLUS Mº  SEPT2 TP RBR Mº INDUYCO Mº PASGT PROTOTIPO

 

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