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La influencia germánica en el uniforme del ejército chileno tiene su culminación en el casco. La pretensión ha sido, desde siempre, contar con cascos del Mº 35 alemán. Por las conocidas circunstancias históricas, esto no pudo realizarse plenamente. Pero, además del casco de fibra en sus diversas versiones, y desde los primeros y escasos cascos de acero recibidos en los años 30 del siglo pasado, siempre ha existido alguna unidad equipada con cascos del mismo diseño, aunque este casco "Famae" de carácter experimental, finalmente no fue distribuido . (*)

Para su fabricación se recurrió a FAMAE, prestigiosa empresa dedicada a la producción de diverso armamento para el Ejército Chileno. (**)

Dentro de la tradición chilena de contar con cascos en la línea del Mº 35 alemán, éste casco de fabricación nacional permite un fácil reconocimiento.

Utilizando como base el emblemático modelo alemán, se desarrolló un casco de estampación más fácil y con la forma de su contorno más lineal y sin rebordear.

La proyección del ala es menos pronunciada, sin marcar su arranque del resto del vaso, no apreciándose claramente su línea de delimitación.

La guarnición del casco Famae está formada por un ancho zuncho de cuero al que se abrazan seis tiras de tejido sintético que quedan unidas mediante un cordón de ajuste. Una sudadera de badana adaptable completa el interior.

El zuncho de cuero se fija al casco con 6 remaches. Otras tantas pletinas se comportan como arandelas para soportarlos.

Presor metálico, para el ajuste del barboquejo. (Col: R. Yáñez)

Los herrajes del zuncho también parecen ser idénticos. Lo que denotaría razonablemente una posible colaboración.

Pero a diferencia con lo que sucede en el casco Mº Z 79 español, que sólo utiliza cuatro remaches, dos a cada lado, aquí aparece un remache frontal y otro en la zona posterior, entre los seis destinados a sujetar la guarnición.

El barboquejo, de tejido sintético, de una pieza y regulado por una hebilla de presión, termina en dos anillas que se sujetan encajándolas a sendos remaches suplementarios, directamente en el casco, independientemente de la guarnición (como es el caso del casco español referido, en el que el barboquejo, en "V", se integra en la guarnición). En total el número de remaches con cabeza exterior en el casco es de ocho (seis de la guarnición, mas dos del barboquejo).

La complejidad de estas guarniciones denotan cierto afán de modernización, permitiendo un buen aislamiento y ajuste al cráneo del usuario.

Enganche del barboquejo y detalle del zuncho con un herraje del casco chileno. 

	(*) Las referencias al cascos Mº 35 alemán son constantes en la iconografía del ejército chileno. El hecho resulta más evidente en el emblema del arma de Infantería Chilena, consistente en un casco alemán, cruzado por dos cuchillos-bayonetas también de diseño germánico.
		Emblema de la Infantería Chilena
	Entrenamiento con el cuchillo corvo de combate. El de Infantería muestra el emblema del cuerpo.

El cuchillo "corvo" se había utilizado en la Guerra del Pacífico y se reincorporó como reglamentario en la infantería en 1978 durante los preparativos de guerra contra Argentina con motivo de la disputa del Canal  Beagle.

	Cuchillo  Corvo de combate, con el emblema de la Infantería Chilena en su empuñadura (en este caso, cromado, de ceremonial ) Col: R. Jara.

(**) FAMAE (Fábricas y Maestranzas del Ejército) es la fábrica de armas más antigua de Sudamérica. 

Muy vinculada a la historia del desarrollo del propio país, esta empresa estatal se dedica a la fabricación de armas, municiones y equipo para el Ejército de Chile y, en gran medida, para la exportación (actualmente Chile es el mayor exportador de armas de Iberoamérica). Otra de sus divisiones produce elementos para la industria civil. Con una plantilla de más de 1.500 funcionarios,  se vio muy condicionada en el mercado exterior por la situación política interna, sufriendo un  severo boicot  (en 1970 producía básicamente el fusil FN-FAL y la ametralladora FN 7.62 mm bajo licencia de la Fabrique Nationale de Bélgica). Pero desde 1990 ha fortalecido su presencia en el extranjero, contando con agencias en diversos países, entre los que destacan China, España, Suiza, Gran Bretaña o Malasia. 

Esta colaboración internacional de FAMAE se vio amenazada al verse involucrada por un descubrimiento desafortunado cuando, en el terminal aéreo de Budapest, en enero de 1992, se hallaron unos contenedores con 36 toneladas de armamento clandestino, fabricado en sus talleres, con destino a Croacia (entre ello, chalecos antibalas y unos cascos tipo PASGT que, tardía y erróneamente, se han llegado a relacionar con el Mº Golfo producido por otro fabricante muchos años después, que luego se creyeron de fabricación israelí, y finalmente conocerse su origen brasileño). Precisamente este acontecimiento estuvo a punto de dar al traste que la lenta recuperación de la buena relación tradicional entre la población chilena y sus Fuerzas Armadas.

En su nueva fase destinada a fortalecer su presencia en el campo de los transportes blindados y los nuevos sistemas de cohetes, FAMAE ha conseguido patentes de las mejores empresas francesas, inglesas, belgas y suizas, entre otras.

CUBA

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