Casco: Capacete: Helmet:

CASCOS DEL SIGLO XX

ALE 02

Mº 1917/30

       PORTUGAL

Colección: Joseba Revuelta   http://www.cascoscoleccion.com

República Portuguesa.


Denominación: 

Ficha: 1/1

Proyecto: Inglés. Fabricado:  1.916.
Destinos: Todo uso. Finalmente, Ejército Territorial. Distribuido: 1.930.
Guarnición: Guarnición nueva portuguesa año 30. Periodo:  1ª G.M. y G.C. Española.
Barboquejo: Cuero con hebilla deslizante para su ajuste. País de origen: Inglaterra.
Distintivo: D.C.T. (Defensa Civil Territorial). Variante: Del MK-I inglés.
Mimetización:  Material: Acero.
Características:  Es originalmente un Brodie. Peso:  
Otros: Carece de reborde. Talla:  
Balística:   Color:   Gris y verde oscuro.

 

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Durante bastante tiempo, las tropas portuguesas desempeñaron un papel importante en el frente de Francia.

El pequeño ejército portugués se enfrentó heroicamente a los alemanes en sangrientos combates sobre Basée, Armmentières o Richebourg, en los que sufrió un importante número de bajas (más de 8.000 hombres). En Lys, sus escasas fuerzas sufrieron un verdadero descalabro. (*)

Por su parte, el Presidente Dtr. Machado visitó el frente francés acompañado por el presidente de la República Francesa, que le acompañó posteriormente al frente portugués y al británico.

Servidores de una batería de morteros "Stokes", haciendo fuego desde una trinchera en el frente británico, en Francia.

 

En su calidad de "más antiguo aliado de Inglaterra", fue recibido por el rey Jorge en Buckingham (que le devolvió la visita en la Legación Portuguesa). Había declarado a un corresponsal del Times durante su visita a Londres: "Mi idea es, y siempre ha sido, la de que Inglaterra y Portugal, como naciones colonizadoras y navales, deben estar indisolublemente unidas, y la cooperación de las tropas portuguesas con las tropas británicas en la lucha, comprueba que mi ideal ha sido realizado".

El Dtr. Machado, presidente de la República Portuguesa, condecorando a un soldado portugués, durante si visita al frente francés, en diciembre de 1917.

 

Tras el Mº 16 (la flanera), casco de escasa resistencia, a todas luces inadecuado, las fuerzas armadas portuguesas, dependientes para su equipamiento de Gran Bretaña, aceptaron un nuevo casco para proteger su cuerpo expedicionario en Francia. 

Combatientes portugueses en primera línea, descansando en una trinchera, equipados con los nuevos cascos MK-I, mientras su compañero otea la tierra de nadie.

 

A sugerencia de su aliado,  fue el Mº MK-I (designado en Portugal como Mº 1917) el casco que equipó a los portugueses, ya bastante avanzada la Gran Guerra (tanto del tipo 1915 Brodie, como del Mk-I 1916). 

  Casco portugués MK-I de fabricación británica. Cortesía:
 
 

Se entregaron en color gris. Con posterioridad, estos cascos Mk-I fueron pintados por el ejército portugués, como ya se había hecho con el modelo anterior, con el emblema de infantería (2 rifles cruzados sobre los que se indica el número del batallón, en amarillo).

Un centinela portugués, perfectamente equipado, vigila los cohetes para avisar de un posible ataque con gases tóxicos.

 

El casco Mº MK-I permaneció como casco reglamentario hasta 1.939. A partir de 1.930, se les ha eliminado la antigua guarnición británica, restaurándoles mediante otra más moderna y confortable, de diseño sin relación aparente con el sistema anterior. Su nueva clasificación será Mº 1917-30.

Guarnición flotante con instalación similar a la del Mº 17-A1 US.

 

Tras su desclasificación en el ejército regular, muchos de estos cascos, con y sin reborde, se aprovecharán para equipar las unidades de la organización paramilitar D.C.T. (Defensa Civil Territorial), que incluía la Cruz de Aviz.  (**) 

Casco portugués Mº 17 sin reborde.  
 

Mº 17 sin reborde, de la D.C.T.

 

La nueva guarnición del Mº 1917-30, se compone de una ancha banda de cuero sobre la que van cosidas nueve lengüetas sencillas, con doble perforación para hacer pasar el cordón de ajuste.

El cuerpo de la guarnición queda flotante, como el Mº 17 USA, sujeto por el barboquejo que se fija a la bóveda del casco.

 

Bajo la bóveda, un gran disco de cuero, completa la guarnición.

 La pintura verde hierba ha sido habitual en los cascos destinados a las tropas coloniales.

Parche bajo la bóveda en un casco sin reborde. Cortesía: Rastrobilbao

 

El barboquejo, de cuero crudo, tiene una pieza remachada a la bóveda del casco, como anteriormente.

La pieza exterior cuenta con una fuerte hebilla corredera, de latón.

Marcas: HS 14  
 

La fuerte hebilla de latón es un elemento constante en los cascos portugueses.

Finalmente su totalidad fue destinada a la Defensa Civil Territorial.

Se procuró repinarlos en verde oscuro, aunque una gran parte se mantuvo en color del ejército.

Sobre el emblema de la infantería se pintó a mano, o adhiriendo una pegatina circular, el emblema de las D.T.C. rodeando la característica "Cruz de Aviz".

Mº 17 con la Cruz de Aviz pintada  

Calca de la D.T.C.
 

 

(*) La fortísima embestida alemana contra el sector portugués fue una de las más enérgicas que el ejército germánico efectuó en el frente occidental. En un frente de aproximadamente de 9 millas, los alemanes llegaron a lanzar todo el peso de ocho divisiones. 

La enorme masa germana presionó formidablemente sobre las tropas portuguesas que, aun batiéndose con el mayor heroísmo, se vieron obligadas a ceder terreno.  Uno de sus batallones se mantuvo en la lucha  hasta agotar la última bala, sosteniéndose no obstante heroicamente en sus posiciones hasta sufrir innumerables bajas.

 

Miembros de la Cruz Roja portuguesa en camino hacia primera línea.

 

El Secretario de Estado en la Oficina de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Mr Balfou, telegrafió al Presidente de la República Portuguesa, expresando su admiración por el valor demostrado por las tropas portuguesas en el frente occidental. Asimismo, el Comandante de la Primera División Británica, ha telegrafiado al decimoquinto regimiento de infantería acantonado en los cuarteles de Thomar, expresando su admiración por la bravura del batallón de ese regimiento que se batía en el frente.

Camilleros en el frente
 

(**) Esta cruz también la presentaban los cascos Mº 1917/30 (junto a cascos Mº 916) de los legionarios portugueses (que debería formar la Legiâo Portuguesa) que se presentaron para combatir, junto a los falangistas españoles, en la Guerra Civil española.

Aunque era más frecuente una cruz latina pintada a mano, en color amarillo.

 

Cruz de Aviz pintada en el frontal de un casco Mº 17

Al ser integrados en unidades españolas, con las vicisitudes de la guerra, es poco probable que estos cascos permanecieran cubriendo cabezas lusas.

A este respecto hay que recordar la relación de Portugal (su gobierno salazarista) con Franco.

El dictador Salazar desconfiaba de los políticos que gobernaban la España republicana y temía una invasión española en el caso de que ganara la guerra la izquierda (en particular temía las ideas "iberistas" de Azaña). Por tanto, la decisión de Salazar de apoyar a los sublevados, según su particular visión, era una cuestión de supervivencia. Pero su vinculación con Gran Bretaña, su eterna madrina, le obligaba a ser discreto. Discreción a veces bastante cuestionable.

El recelo con la España de izquierdas, que acogía a cabecillas de los movimientos anti-salazaristas, propició una buena aceptación a políticos y militares que conspiraban contra la República (permitiendo la estancia y maquinaciones de Sanjurjo, por ejemplo, que acabó embarcando en un avión, rumbo a la España de los sublevados, desde un aeropuerto luso). La ayuda a Franco fue inmediata y decisiva, abarcando tres campos esenciales, económico, político y militar. El 1º de agosto llegó a manifestar Salazar que "apoyaría a los rebeldes con todas sus fuerzas, incluso con el ejército portugués si fuera necesario". Pero su situación internacional, en particular las presiones de Gran Bretaña, aconsejaron una actitud más discreta.

Desde 1938 se vino gestando un posible "Tratado de No Agresión" entre los dos gobiernos. Debido a vaivenes de la guerra, no fue firmado hasta el 19 de marzo de 1939, en Lisboa. Para los portugueses se trató de un verdadero "encaje de bolillos" para evitar susceptibilidades por parte de las democracias europeas, en particular la Inglesa. Finalmente fue aceptado por Gran Bretaña como un compromiso de la España de Franco de mantenerse neutral en un futuro conflicto europeo.

En lo económico, ya el 11 de agosto de 1936 se entregó a los sublevados un primer préstamo en metálico, 175.000 libras esterlinas (el 25 de junio de 1938, el hermano mayor de Franco, Nicolás, trataba con Salazar la concesión de nuevo préstamo de 1.000.000 de libras). Algunos financieros españoles (Juan March y otros) establecieron sus cuarteles generales en Lisboa, convirtiéndose en los verdaderos interlocutores en esas cuestiones con el gobierno de Salazar.

En lo político, en las reuniones internacionales para establecer el bloqueo y la no intervención, el Gobierno portugués estuvo bloqueando las decisiones mientras las tropas de Franco ascendían. Una vez tomada Badajoz, aún pretendió retrasar los acuerdos con Inglaterra y Francia. Portugal continuó saboteando las propuestas internacionales a la espera de que los sublevados tomaran Madrid. Además sus fronteras eran totalmente permeables a los nacionales, principalmente necesario al comienzo de la guerra, cuando no existía la posibilidad de comunicación directa entre los distintos focos sublevados. Pese a las presiones inglesas, la actuación llegó a ser tan descarada que se llegó incluso a entregar refugiados republicanos (fusilamientos en el mismo puente internacional de Tuy, de 24 republicanos huidos de Vigo). Los barcos alemanes utilizaban los puertos portugueses para descargar el material de guerra destinado a los nacionales.

 Todo esto, en los primeros momentos de la guerra, fue trascendental para Franco. Para los nacionales se trataba de un país amigo, más fiable que Italia y Alemania.

Las tres banderas de "países amigos"

Pero la amistad portuguesa no era debido a la coincidencia ideológica con los regímenes italiano o alemán, sino con los franquistas y manteniendo un calculado alejamiento de aquellas otras dictaduras. En ningún momento se tomaron decisiones que pusieran en peligro su tradicional compromiso con Gran Bretaña.

 En lo concerniente a la ayuda militar, el mismo día 20 de julio se permitió el despegue desde un aeródromo cercano a Cascáes del general Sanjurjo, con destino a España (vuelo que no llegó a su destino). En general, la ayuda tuvo que ser escasa (Portugal carecía de medios). Pero fue diáfana. Una comisión portuguesa MMPOE (Missaó de Observaçao en Espanha) se encargaría de algunas cuestiones poco ambiciosas (análisis de nuevas armas, datos técnicos, estudio de la campaña, etc.). Se pretendió, no obstante, la creación de una fuerza expedicionaria lusa para que combatiera bajo mandos propios, la que debería ser la Legión Portuguesa (Legiâo Portuguesa), pero parece que los nacionales pusieron toda clase de inconvenientes. Aunque se facilitó el enganche de portugueses en la Legión y otras unidades. Pese a no constituir una unidad propiamente portuguesa (las cifras iniciales de voluntarios tampoco lo permitían), a los combatientes portugueses se les denominó "Viriatos". Los portugueses combatieron integrados en las milicias falangistas, requetés o, mayoritariamente, en los tercios de la Legión Extranjera. 

Las cifras de combatientes lusos se han exagerado mucho. Se llegó a hablar de 20.000 voluntarios, número que luego fue reducido a 2.500 (tampoco realista. Posiblemente esta cifra pudo corresponder a los componentes del MMPOE, o a los portugueses muertos durante la guerra). 

Deducidos de los datos de enganche de la Legión, se calculan unos 8.000 voluntarios, cifra que se puede considerar como la más fiable, aunque también parece elevada. El banderín de enganche de la Legión en Badajoz (con unas "sucursales" tanto en el norte como en el sur de Portugal) fue el principal centro de reclutamiento luso. 

Existieron algunos problemas con los voluntarios debido a las diferentes legislaciones con respecto a la mayoría de edad (18 en las leyes españolas y 21 años en la ley portuguesa) y también a la hora de los destinos, un cuerpo tan fogueado como era El Tercio, o destinos en cuerpos auxiliares o de policía. 

Sin embargo, se conoce exactamente  el número de portugueses que combatieron  con las tropas republicanas: 500 hombres.

 


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Mº 1916 Mº 1917 1940 40-63 40 parac Mº OTAN

 

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