Durante
los años 30 Italia contaba ya con un casco de cuero, en color marrón.
Por su versátil diseño, permitía su uso, tanto a carristas como a
pilotos de aviación. Aquel casco contaba con una chichonera de cuero
rodeándolo, además de un par de tubulares de cuero acolchados cruzando
sobre el casco.
Durante
la Guerra Civil española, el ejército italiano envió unidades
rápidas, formadas con abundantes blindados ligeros (tanquetas). Sus
tripulantes estaban equipados con unos antiestéticos cascos de cuero
negro, rodeados de una chichonera.
Se trataba del nuevo casco Mº 35
para carristas, de reciente reciente distribución.
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En su concepción se
había partido de la experiencia aportada por el modelo anterior, del
que sustancialmente no se distanciaba demasiado.
Carristas de la CTV
durante la G.C. Española, equipados con el casco de cuero (pueden
verse también algunos tanques rusos T-26B y Fiat-Ansaldo. |
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Estos
cascos, que fueron posteriormente copiados en España para equipar
los tanquistas del ejército español.
Su
producción fue muy abundante, siendo el casco reglamentario a lo
largo de toda la 2ª G.M.
Permanecieron
en dotación hasta finales de los años 60.
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Carristas
italianos en el Norte de África, con el chaquetón 3/4 de
cuero negro reglamentario. |
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De
forma circular, estaban formados por un cilindro rematado por una
semiesfera, que dejaba un amplio espacio entre el cráneo del
portador y la bóveda del casco.
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Un
amplísimo faldón de cuero flexible, también negro, protegía
parte de la cara y el cuello del portador. |
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Rodeando
el casco aparecía un alto aro de refuerzo y, abrazándolo, pero
algo más bajo y grueso, otro abundantemente acolchado.
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Este
conjunto suponía una evidente protección contra golpes para los
tripulantes de los tanques (debido a la alta calidad de su
protección contra golpes, no fue raro ver paracaidistas
utilizándolo para sus saltos).
"Carrista"
italiano con el casco reglamentario, en 1940, listo para combatir
en El Agheila. |
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Aunque
estas guarniciones se han venido beneficiando de la evolución de
algunos materiales, en esencia se ha mantenido el diseño y las
cualidades de las primeras entregas.
La
amplia cogotera se hallaba cosida al casco bajo la sudadera.
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Un
par de ojales en el forro interno de fieltro permiten la aireación por los
orificios laterales del casco |
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Lleva
un completo recubrimiento de fieltro de todo el casco (con
costuras en cruz, para su perfecta adaptación).
Una
banda del mismo material acolcha la guarnición de badana clara,
amplia y de una sola pieza |
Tripulante
de un tanque italiano M14/41, abandonándolo durante una acción en
el Norte de África. |
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Sobre
la badana aparecen los sellos en tinta del fabricante, la talla y
el número y año de su fabricación. |
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Una de las dos
rejillas plásticas, de los últimos años, de la aireación
exterior. |
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Los tres
tampones de tinta (Fabricante de Nápoles, Talla 57 y Nº E48 de
1964) |
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El
barboquejo, compuesto por piezas de cuero negro que forman
orejeras, se ajusta con hebilla de clavillo, cosida a la orejera
izquierda. Una estrecha trabilla del mismo material lo
completa.
Al
igual que la cogotera, estos elementos cosidos, salen de detrás
de la sudadera |
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Casco de carrista
Mº 37 de la primera época, de menor altura y sin orificios de
aireación. Cortesía: S. Cameron |
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Casco de carrista
Mº 37 de la primera época, con orificios de aireación. |
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Esquema del Carro
ligero Fiat 3000, mostrando la situación de los tripulantes con
el casco de cuero. |
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El casco y uniforme de cuero fue
reglamentario en todos los teatros de operaciones donde
participó el ejército italiano.
Figura
de carrista italiano, con el equipo reglamentario
utilizado en las acciones del Norte de África,
expuesto en el Museo de El Alamein, Egipto.
Foto: J. Revuelta. |
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Casco de
carrista italiano. (Museo de El Alamein, Egipto). |
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Casco utilizado por motoristas de la
Policía Militar. Cortesía: S. Cameron. |
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