Casco:

CASCOS DEL SIGLO XX

HUN 03

Mº Paracaidista ISZ

            HUNGRÍA    

Colección: Joseba Revuelta   http://www.cascoscoleccion.com

MAGYARORSZÁG. Regente: Miklos Horthy


Denominación:  Ejtőernyős  Polieszter  (Mº paracaidista de polyester)

Ficha: 1/1

Proyecto: Húngaro. Fabricado: Años 80
Destinos: Tropas paracaidistas y aerotransportadas. Distribuido: Años 80
Guarnición: De foam. Periodo:  Desde años 80
Barboquejo: Tejido sintético, dos piezas. País de origen: Hungría.
Distintivo:  Carece. Variante: Del mº de motorista
Mimetización:  Carece. Material:  Plástico no balístico
Características:   Trabilla posterior para las antiparras de ventisca Peso:  950 g.
Otros: Forma esférica Talla:  
Balística:  Sólo anti-choque. Color:   Verde claro

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El ejército húngaro fue uno de los primeros en interesarse por el paracaidismo militar, en una época en la que aún su desarrollo era bastante limitado. Muy pronto el Ministerio de Defensa húngaro inició el estudio de sus posibilidades. Eran tiempos en que varios de sus vecinos habían apostado también por el paracaidismo militar y estaban formando sus unidades de tropas paracaidistas, muy particularmente la URSS y Alemania.  

El paracaidismo deportivo contaba con un número importante de adeptos en Hungría, tal vez influenciados por la imagen del precursor Fausto Veranzio. (*) 

La primera unidad aerotransportada denominada Etjoernyos fue creada en 1938 por el Ejército Húngaro (Honved) en un importante esfuerzo por impulsar el paracaidismo como arma militar, aunque los primeros pasos fueron dados por el Ejército del Aire.

La isla de Szent Endre, en el Danubio fue elegida para establecer un campo de entrenamiento, pero se carecía de todo, pues el paracaidismo sólo existía con carácter deportivo y, sobre todo, como elemento salvavidas de los tripulantes de aviones militares. 

Conseguido un limitado número de paracaídas de las más diversas marcas y procedencias (desde el Schroder alemán, al Irving norteamericano, pasando por el Salvatore italiano) y tras reclutar un nutrido grupo de entusiastas entre jóvenes oficiales, estudiantes deportistas  y aficionados al paracaidismo civil, se efectuaron los primeros saltos desde anticuados biplanos italianos Caproni 101 procedentes de la Grande Guerre. (**)

La dependencia del exterior fue superada con la nueva gama de paracaídas inventada y desarrollada por el ingeniero húngaro Ákos Hehs. Estos paracaídas pronto equiparon las tropas paracaidistas húngaras, además de las tripulaciones de la aviación militar. (***)

Gama de paracaídas húngaros M39. 

De izquierda a derecha:

  Paracaídas tipo asiento (pilotos), M39.
  Paracaídas de pecho (reserva), M39.
  Paracaídas de espalda (principal) M39 (Paracaidistas).
 

En el aeropuerto de Pápa (pronto se apodaría "la Roma de los paracaidistas") se estableció definitivamente el Centro de Instrucción una vez que el ejército comprobó los buenos resultados de las experiencias acumuladas y las grandes posibilidades del experimento. Al tiempo, los equipos y paracaídas iban adoptando una fuerte y rápida evolución. Desde su instalación en Pápa. las unidades paracaidistas ya siempre dependieron del Honved (Ejército). 

Proceso de apertura de un paracaídas húngaro M39 utilizado por los paracaidistas militares.

 

Además de seleccionar el equipamientos, en esas fechas se crearon los distintivos de "La Calavera" que ostentarían a lo largo de la 2ªGM.

En 1941 ya se contaba con un Batallón perfectamente adiestrado y pertrechado, el Mayor Bertalan (en memoria de uno de los fundadores del paracaidismo húngaro, muerto en accidente de aviación) formado por 30 oficiales, 120 suboficiales y 250 soldados. Y fue ese mismo año cuando el paracaidismo húngaro tuvo su bautismo de fuego. (****)

Emblemas de "la Calavera"
 

La participación de las unidades paracaidistas húngaras durante la 2ª G.M. han tenido poca divulgación y, en muchos casos, existe escasa o nula información, ya que en los frente donde operaba con su aliado, el ejército alemán, sus acciones, siempre arriesgadas, pasaban a segundo plano informativo. 

Además los archivos del ejército sufrieron grandes pérdidas durante los últimos meses de la guerra. No obstante sus acciones en Yugoslavia, Rusia y el propio territorio nacional, particularmente en el Balatón y Bucarest, se hallan documentadas y fueron una demostración de valor y eficacia. 

Según la muy escasa información conservada, los cascos que equiparon las primeras unidades de paracaidistas húngaros fueron del Mº 37/38 alemán. Pero también se adaptaron algunos cascos propios de forma artesanal. Posiblemente en la base de Pápa fue donde se intentaron estas adaptaciones, algunas consistentes en readaptar cascos alemanes Mº 35, recortándolos y sustituyendo las guarniciones por unas nuevas (de similar diseño) y barboquejos de tejido o cuero, pero no hay constancia . Oficialmente nunca han existido cascos de acero húngaros específicos para sus tropas paracaidistas. Aunque con escasa información, se conoce la construcción de seis prototipos de cascos para paracaidistas, que nunca fueron desarrollados, y no se conserva ninguno. (*****)

Finalizada la 2ª G.M., durante la época comunista, las residuales tropas paracaidistas húngaras, fueron equipadas a la usanza soviética, sustituyendo sus escasos cascos metálicos por unos de tela, pero durante algún tiempo se estuvieron utilizando de cuero.

El empleo de equipos propios de pilotos fue un hecho bastante habitual entre las tropas paracaidistas.

El famoso paracaidista István Szerző utilizando casco de cuero aún en los años 60. (1)

Paracaidistas (según se lee en el rótulo) húngaros en los años 40, con casco de cuero. (1)

 

 Tras los cascos de cuero, cuyo esporádico uso aún resistió algunos años, se adoptó oficialmente el de tela caqui M49 (como hemos podido ver en la exhibición monotemática del Museo Militar de Budapest).

Figurines equipados con uniformes de paracaidista:

 

Con casco de cuero tipo aviador (poco usado).

 

Con casco de tela caqui Mº 1949.

 
 

Durante la 2ªGM, al igual que sucedía en Italia, fue frecuente el empleo del casco de carrista Mº 37 (el Mº 35 de los italiano), generalmente colocado sobre el de tela reglamentario, ante la escasa protección que ofrecía éste en saltos de entrenamiento.

 

Paracaidista húngaro con casco de entrenamiento de tela en 1941.

Paracaidistas húngaros equipados con cascos de tela de entrenamiento durante la 2ªGM. Algunos se encasquetan encima unos del Mº 37 de carristas.

 
 
 
 

Paralelamente a las tropas soviéticas, las tropas paracaidistas magiares fueron recibiendo nuevos cascos fruto de una lenta pero evidente evolución

Parada exhibiendo cascos de tela.

Asegurando el equipo, portando un nuevo modelo de casco de tela, más protegido.

 
Tres tipos de cascos de salto conservados en el Mº Hª Militar de Budapest:    
A) Tela, 2ªGM.
B) Cuero, invernal, posiblemente  postguerra.
C) Modelo de tela M49
 

Los cascos M49 se utilizaron hasta 1954, año en que el Batallón de paracaidistas húngaros existente fue disuelto y no se reemplazó por ninguna otra unidad, quedando el Ejército Popular Húngaro sin ninguna tropa paracaidista nacional. Algunos elementos fueron destinados a servir a la Fuerza Aérea y se redestinaron los pilotos especializados. 

Emblema de paracaidista húngaro, periodo comunista.

Casco de tela M49 (Col: Mº Hª Militar de Hungría).

 

La supremacía y casi exclusividad de tropas paracaidistas y aerotransportadas en Pacto de Varsovia correspondió a la URSS, limitando o eliminando ese tipo de Unidades en los países satélites (las escasas que quedaron se redujeron a algunos grupos casi testimoniales, salvo en Polonia y Rumanía). 

Maniobras de paracaidistas equipados con cascos de tela.

En Hungría se había autorizado en 1948 la creación de una Compañía de reconocimiento, aerotransportada. Simultáneamente se va creando una organización civil de paracaidismo deportivo con el nombre de "Magyar Szebadsagharcos Szövetseg" (Asociación de Partisanos Húngaros) que se espera sirva de cantera a futuros paracaidistas militares. Las aspiraciones del Honved era mucho más ambiciosas y a comienzos de los años 50, en vista de la importancia que las unidades paracaidistas tienen en la URSS, y con la esperanza de verse respaldados y ayudados por Moscú, se decidió la creación de una División aerotransportada con tres regimientos de infantería paracaidista (con base en Pápa y Taszar), un Regimiento de Artillería paracaidista (con base en Baja) y un Regimiento Mecanizado aerotransportado. Pero los rusos siempre desconfiaron de los húngaros (no se les consideraba de la "familia"), principalmente por no ser eslavos (las unidades paracaidistas rusas siempre emplean más de un 70% de eslavos en sus filas). La sublevación de Praga de 1956 añadió una gran desconfianza a los rusos y la proyectada División no fue desarrollada ( y el Partido Comunista húngaro también evitó fortalecer al ejército). Sólo los Cuerpos dependientes del Ministerio de Interior fueron potenciados. 

En 1959 se crearon unidades de reconocimiento integradas por paracaidistas, formando el Batallón Bercsény inicialmente con base en Budapest para pasar en 1963 a Szolnok. 

Fue el inicio de una nueva reestructuración hasta contar con dos Batallones de Reconocimiento, el 24 "Bornemissza el Gergely", con base en Eger, y el 34 "Bercsényi László", con base en Szolnok, además del 1º Regimiento Mixto Ligero de reacción rápida, también con base en Szolnok. (******)

Estas unidades fueron equipadas con cascos de tanquista, en tela gris, con tres relieves tubulares, de fabricación nacional. 

A diferencia de las tropas rusas, que utilizaban un casco especial para saltos (inspirado en el casco de tanquista), en tela de color caqui, los paracaidistas húngaros empleaban los mismos cascos que los tanquistas, a los que previamente se había desprovisto de los auriculares de telefonía.

Casco de salto de los paracaidistas rusos.

Casco de paracaidista tipo tanquista, húngaro, adaptado.

 
   

Se trataba de un casco de tanquista "normalizado" en los ejércitos del " Pacto de Varsovia", pero a pesar de la mayor protección ofrecida en los saltos, la utilización de estos cascos se mantuvo durante poco tiempo.

Paracaidistas húngaros con cascos tipo carrista. Secuencia de un salto (1)

 

A  mediados de los 60 estos cascos fueron sustituidos por el Mº 65, adaptando su color verde oliva a los nuevos uniformes M65 OG. Su escasa protección no mejoró, sino todo lo contrario.

Casco de paracaidista Mº M65 verde oliva, para el uniforme M65 OG.

Casco de salto invernal M65, en color verde

Durante los años 70 se adquirieron, con carácter experimental, cascos de plástico de motociclistas, de diversos tipos y colores (abundaron los blancos y los azules).

Parece que los resultados fueron aceptables, por lo que en los 80, con intención de normalizar su uso, se compraron nuevos cascos de plástico a IPARI SZÖVETKEZET (ISZ), fabricante de Kiskorös, que había desarrollado un casco para motoristas, con aceptables resultados y buena aceptación.

Preparados para saltar, estos paracaidistas magiares van provistos de nuevos cascos de material plástico en varios colores.

 

Estos cascos fabricados por dicha empresa húngara ISZ, tienen carácter protector anti-choque, pasando las características balística (casi nulas) a un segundo plano. Teniendo en cuenta la tradición rusa, en cuya escuela se han formado las últimas promociones de paracaidistas húngaros, de no utilizar cascos de combate en los saltos, éste supone una evidente mejora en cuanto a protección.

Aunque su uso actual es para entrenamiento, no existe en Hungría otro tipo de cascos destinados a estas tropas en caso de guerra.

De forma esférica, el fabricante ha respetado la línea externa ya empleada en sus cascos para motoristas (sólo identificados por el escudo de marca incrustado en el frontal).

De acuerdo con las exigencias de normalización marcadas por el ejército, se entregaron en color verde satinado. 

 

No obstante, su aspecto y color no evidencia su uso militar.

Tomando tierra con casco ISZ.

Insignias cuello. Ofic.

  Parche de boina M87. Col: Mº Hª Militar Hungría
 

Bajo la bóveda van pegadas dos piezas de poliuretano expanso de 20 mm. que conforman un amplio casco semiesférico, sobre el que hay un grueso disco de tejido con foam de 180 mm. de diámetro y 7 mm. de grosor, que refuerzan el aislamiento y protección.

Disco amortiguador bajo la bóveda.
 

Una banda de foam de 18 mm de grueso, pegada a un zuncho de ABS, sirve de apoyo a la sudadera.

Dos piezas triangulares fuertemente acolchadas protegen las orejeras. Contando además con un refuerzo en la nuca, forrado con cuero sintético de color negro.

Todo el casco está rematado por un grueso junquillo de material plástico, con dibujo de trama.
Adhesivo con la talla (55-66 en este caso) pegado al disco bajo la bóveda.

El barboquejo, de dos piezas regulables, en tejido sintético negro de 20 mm. cuenta con mentonera de plástico también en color negro.

 Se ajusta mediante una hebilla de roldana moleteada. Cada pieza va protegida por una funda de plástico. En el interior de una de ellas, lleva el marcaje "MSZ" ("Magyar Szabvány" Norma Húngara), en tanto que bajo la otra aparece el sello de la marca (ISZ) y la fecha.

 

 

Sello ISZ Kiskorös HUNGARY 1990

 

MSZ , "Magyar Szabvány"

 (Norma Húngara)

 

Las dos piezas del barboquejo se fijan la casco con dos anillas de chapa troquelada que giran sobre sendos remaches.

Éstas chapas se hallan protegidas por las fundas del barboquejo.

El conjunto ofrece una buena sujeción y estabilidad, además de resultar muy cómodo.

Sobre uno de los bloque de poliuretano aparece la fecha del ensamblaje. 

 
 
 

El casco ha quedado normalizado de color verde.Los primeros cascos se recibieron con un bucle remachado sobre la nuca para retener las antiparras contra ventisca.

Los reglamentarios lo llevan sobre el borde.

Paracaidistas húngaros, equipados con cascos de color verde reglamentario, y algunos de otros colores, revisando el equipo antes de embarcar.

 

Estos nuevos cascos no resolvieron el grave problema de los paracaidistas que cada vez son lanzados más cerca de los focos en tensión o directamente sobre la zona de combate, al estar concebidos sólo para el salto, careciendo de protección superior a la meramente contra golpes. 

 

Figurines exhibidos en el Museo Militar de Budapest, con los cascos anti-choque reglamentarios, de color verde, y antiparras.

Fueron los cascos utilizados para los paracaidistas que efectuaron arriesgadas misiones de vigilancia durante la guerra que condujo a la desintegración de Yugoslavia. (7*)

Para sustituir los emblemas de la época comunista superada oficialmente el 23 de octubre de 1989, se diseñaron urgentemente diversos modelos que nunca fueron aprobados.  Unos que emulaban a los utilizados por los ejércitos de la OTAN (y más concretamente calcando los Flugel alemanes), fueron los más aceptados particularmente por la oficialidad, generalizándose su uso, y aunque tolerados, nunca quedó claro si llegaron o no a ser reglamentarios. 

Emblemas tipo alemán, años 90.

 

Uno de los infinitos parches "no reglamentarios" utilizados por los paracaidistas húngaros

 

 

(*)  Es conocida universalmente la capacidad creadora e inventiva de los húngaros, pero aunque nos vienen a la cabeza diversos inventores e inventos, como el familiar bolígrafo, no se suele relacionar con el desarrollo del paracaídas. Las historia gráfica nos recuerda el proyecto de Leonardo D'Vinci en 1514 y luego da un enorme salto hasta el siglo XVIII. Pero ya en 1595 el matemático húngaro Fausto Veranzio publicó su idea de un paracaídas, concebido como una gran ala, al tiempo que relataba sus éxitos lanzándose varias veces desde una torre de Venecia.

Dibujo incluido por Fausto Veranzio en su tratado sobre un paracaídas, en 1595. Estaba formado por un rectángulo de tela de lino en un marco de madera y atado con cuatro cuerdas. Sus saltos de demostración parece que fueron un éxito.

 (**) Como consecuencia del diktat del Tratado de Trianón de 1920, que obligó la eliminación de la Aviación Militar en Hungría, pero se abrió un resquicio con la posibilidad de contar con Aviación Civil debido a levantamiento de esa restricción en 1922, lo que posibilitó la existencia de un embrión clandestino de un futuro Ejército del Aire (Magyar Királyi Honvéd Légiero). Con la compra a Italia en los años 30 de una serie de aviones "modernos" (70 bombarderos Caproni Ca 135bis, 70 Fiat CR-42 y 70 Reggiane Re 2000 de combate, entre otros, además de una licencia de fabricación del Reggiane Re 2000) mas algunas "reliquias", se asumió la posibilidad de que los ensayos paracaidistas tuvieran posibilidades de materializarse en una unidad operativa. Hasta 1938 no contarían con la ayuda técnica e industrial de Alemania en ese campo.

(***) Según su destino, el paracaídas tenía (y tiene) unas cualidades diferenciadas, en particular entre los dos modelos más característicos utilizados por el ejército. A diferencia de los paracaídas destinados a los pilotos y tripulantes de aviones militares, que suelen tener entre 7,20 a 8,40 m y proporcionan una velocidad de caída de 7 a 8 m/s, los destinados a la tropas aerotransportadas miden entre 8,40 y 9,60 m, proporcionando una velocidad de caída de 5 a 7 m/s, lo que permite añadir el peso de las armas personales, aunque generalmente se lanzaban en bolsas independientes que se desprendían a última hora.

(****) En abril de 1941 los paracaidistas húngaros fueron lanzados sobre Delvidek, en la antigua Yugoslavia, en auxilio de los compatriotas de la Voivodina que estaban sufriendo el acoso y maltrato de los serbios.  La operación se cumplió con total éxito. La región de Bácska volvió a depender de Budapest.

En 1943, estando las tropas húngaras a punto de ser cercadas por el Ejército Rojo en tierras soviéticas, los paracaidistas saltaron con la finalidad de reforzar sus líneas. La operación también resultó un total éxito, consiguiéndose los objetivos propuestos.

Emblema de 1942, de mayores dimensiones que el de 1940, concedido tras 4 saltos.

Cuando en 1944 el ejército soviético atravesaba las fronteras húngaras, los rumanos volvieron sus armas contra sus antiguos aliados, creándose una inesperada desprotección sobre el flanco sur de las tropas del Eje. 

 Para defender el amplio sector, los paracaidistas húngaros, a las órdenes del coronel Zoltán Vitez Szugyi, saltaron sobre los Cárpatos, combatiendo sin parar contra fuerzas diez veces superiores en número. 

Alcanzaron su objetivo de conseguir el repliegue ordenado de las tropas, con los paracaidistas supervivientes de los Cárpatos, según directrices del almirante Horthy, se creó la División de choque  "Szent Lázsló" (como homenaje a San Laszlo, o Ladislaus, rey de Hungría y patrón de los húngaros, en 1077-1095).

Oficial de la División Szent László y soldado de tropas de reconocimiento, ("felderítok"), con casco Mº 35/38 pintado de blanco y traje invernal (copia del alemán) reversible verde y blanco.

 

"Contra el peligro oriental, en la lucha a muerte contra el volchevismo soviético, yo constituyo, con los mejores elementos de material humanos aún a mi disposición, la División Szent Lászió". 

Eran las palabras con las que el 12 de octubre de 1944 el general Lajos Csatay, ministro de Defensa húngaro, había anunciado la creación de la nueva División de élite basada en las tropas paracaidistas disponibles.

Para completarla se fueron incorporando cuantos combatientes de élite pudieron ser repescados entres tropas del ejército del Aire, escuelas militares, elementos de la guardia del Regente, estudiantes,  miembros del Levente (organización juvenil nacionalista de formación premilitar formada por muchachos de 12 a 18 años y, especialmente los jóvenes paracaidistas de la organización, la Levente ejtôernyôs, cuyo lema era "Szebb jövot", "Un futuro mejor") y voluntarios provenientes de diversas unidades diezmadas. Sus primeros combates como tropas de emergencia tuvieron lugar el 19 de diciembre de 1944.

Puesta al mando de Szugyi ascendido a general, conseguiría combatir realmente como División en abril de 1945, tras recibir suficientes efectivos conseguidos con restos de otras divisiones.   Combatieron ferozmente en la defensa de la sitiada Budapest, junto a los alemanes.

Formados dos Batallones paracaidistas, el primero combatiría en la capital, junto a los alemanes, fracasado el intento de paz separada negociada por el regente Horthy. Tras múltiples combates y arriesgados golpes de mano (aún pueden reconocerse los innumerables vestigios de las luchas marcando los muros de los fuertes de Buda tras un cerco de 82 días), a primeros de diciembre luchaban 250 paracaidistas supervivientes de los 1.400 que habían formado la Unidad (además de las condecoraciones húngaras, 31 recibieron la Cruz de Hierro alemana.

  Insignias de "la calavera" pertenecientes a los paracaidistas húngaros hasta 1945.
 

Master paracaidista

25 saltos

2ª G.M.

 

Paracaidista básico

2ª G.M.

 

Paracaidista básico

2ª G.M.

(Variante)

 

Paracaidista 

pre-militar "Levente"

Finales 2ª G.M.

 

Paracaidista  pre-militar "Levente"

Finales 2ª G.M.

(Variante)

 

El 2º Batallón, formado sobre la base de elementos del 1º de paracaidistas lucha para frenar el avance soviético por la ribera norte del Danubio. Replegada a Pápas con el resto de la División en junio de 1945, para su reorganización, vuelve al frente equipada y rearmada, combatiendo en Velence y Balaton. Su brava defensa no pudo retener el arrollador avance de las tropas soviéticas.

Ocupado el territorio nacional por el Ejército Rojo que ha alcanzado la frontera occidental el 4 de abril, el 12 cesan los combates.

Sobre el elegante pero un tanto trasnochado uniforme de este paracaidista húngaro puede verse el emblema de la calavera. Según el reglamento, debían lucirse a dos centímetros por encima la cartera del bolsillo derecho. La placa de instructor se llevaba en el tercio inferior del mismo bolsillo.

Los escasos supervivientes de los paracaidistas húngaros, junto a otros grupos en retirada, sumando 10.000 hombres, tras sus últimos combates en el norte de Croacia y sur de Austria, se entregaron a los británicos en Austria (todo el territorio nacional había sido invadido). Inicialmente se les permitió conservar sus armas, hasta que las protestas de los guerrilleros de Tito consiguieron que fueran desarmados. Posteriormente fueron entregados al ejército soviético. 

4 series de sellos postales húngaros dedicados a los paracaidistas en 1942. 

1º)  Representa un paracaidista con el emblema  de la aviación nacional al fondo. 

2º)  Una serie de planeadores con la leyenda del ejército del hijo del rey Csaba al fondo. 

3º)  Un planeador con un arquero magiar de siglos pasados. 

4º)  Aviadores militares húngaros con el mítico pájaro "turul" volando con la corona de San Stefan.

La aparición de esta series de sellos destinadas a aumentar los fondos de la "Aviación Nacional Horthy", para fomentar la aviación húngara, fue la primera referencia de la creación y existencia de las tropas paracaidistas de los "honveds" de Hungría.

Su jefe, el general Szugyi fue puesto por los rusos a disposición de los comunistas húngaros que, tras torturarlo, fue condenado a cadena perpetua, muriendo en la cárcel.

 Insignia de la División Szent Slázló.

 

Como es tradicional, el emblema de la División Szent Lászió está cargado de simbolismo. Fabricado en aluminio bruñido,  reproduce la corona y el hacha de guerra de San Ladislao, el primer rey magiar (1077-95), con la inscripción Szent Slázló Hadosztály (División San Ladislao) rodeada de hojas de roble, símbolo de la Sabiduría y la Fuerza, y hojas de laurel, que simbolizan la Inmortalidad por la Victoria (referencias muy frecuentes en las condecoraciones húngaras).

(*****) Dentro del capítulo de cascos apócrifos que pretenden llenar el vacío de la información oficial, puede incluirse un ya famoso casco conservado en el Museo de Historia Militar de Hungría

Durante algún tiempo se considerado que este casco correspondía a uno de los diversos modelos que con carácter artesanal se prepararon en la base de Pápa. 

Fabricado sobre un cascos húngaro Mº 38 al que se han recortado la visera, cogotera y laterales, se le ha insertado una nueva guarnición del Mº 31 alemana y una par de bandas de tejido cruzadas bajo la bóveda. 

 

Este casco artesanal basado en un  Mº 38 húngaro, conocido como casco de paracaidista de Pápa, finalmente parece que fue una simple adaptación para motorista. Col: Mº Hª Militar de Hungría

Sistema de remaches para sustentar la nueva guarnición

El barboquejo se forma con una pieza de cuero sintético formando orejeras (con ventana para los oídos) y cubriendo la nuca. El Museo ha negado a este casco el valor de pieza auténtica. Se cree que que trata de una manipulación de la postguerra.

Dentro de este capítulo de cascos artesanales tenemos otro muy interesante preparado a base de recortar la cogotera y laterales de un casco húngaro Mº 38. Se mantiene la visera (con el riesgo que ello conlleva). El casco está  dispuesto para usarlo con la visera hacia atrás, lo que la da una imagen extraña. Está pintado de verde caqui claro. Posiblemente se trate de un modelo experimental. 

La compleja guarnición, que recuerda a la de algunos cascos de bombero hacen sospechar que se trate de un prototipo de postguerra.(Col: J. P. S.)

 

La guarnición, completa y confortable, consiste en un forro interior, de cuero claro, acolchado bajo la bóveda, y la sudadera de 8 lengüetas, del mismo material.

El barboquejo, en "Y", de cuero claro, se forma con anillas y se ajusta mediante una hebilla (existe un casco de bomberos con una guarnición muy parecida).

 

Detalle de la banda de cuero que ajusta la sudadera.

 

(******) Los efectivos paracaidistas por Regimiento se estiman entre 400 a 500 que generalmente han estado afiliados a algún Aeroclub a partir de los 15 años y alcanzan los 12 saltos. Tras un difícil ingreso en el cuerpo, al que acceden sólo un 12 % de los aspirantes, sigue una preparación de seis semanas, tras las cuales se inicia un nuevo periodo de otras tres, durante el que se efectúan 9 saltos (uno de noche y otro con el paracaídas de reserva y apertura manual). 

La preparación de estos hombres les capacita para intervenciones tipo Spetsnaz rusos.

 

Durante los 12 meses que dura el servicio de armas, se efectuarán entre 37 y 40 saltos (normalmente los saltos se han venido efectuado desde helicópteros Mi-8 y aviones Antonov 26).

 

Boina reglamentaria M87 de paracaidista húngaro. Col Mº Hª Militar de Hungría.

(7*) En los años noventa Hungría se encontró inesperadamente con una sangrienta guerra en sus fronteras.

 La desintegración de Yugoslavia enfrentaba a las distintas etnias que la formaban, y los húngaros se sintieron involucrados debido a la penosa situación de los descendientes de los magiares que poblaban el norte de Yugoslavia (las circunstancias de 1941 en la Voivodina yugoslava parecían repetirse).

Patrullas de paracaidistas de la base de Szoinok fueron lanzadas más allá de la frontera en peligrosas misiones de control sobre los movimientos de croatas y serbios y sus repercusiones en la población húngara de aquella región desgajada de Hungría por las mutilaciones territoriales de 1918.

Paracaidista húngaro años 90, con casco ISZ, traje mimético idéntico al utilizado por resto ejército magiar, y armado del AK-63 D (versión húngara del A-47). Su paracaídas, posiblemente un RS-4/4 de 74 m2 y descenso de 4m/s.

 

(1) Fotos extraídas del libro "Selyemkupolák", de Lőrinc Dombi


FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA FOTO FICHA Cascos húngaros Volver a Hungría
Mº 38 Mº 50 Mº 70 Mº para ISZ Mº Tanquista Mº 75 PM

 

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