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Formaba una corona tubular fabricada en cuero marrón con seis radios acolchados completando un casquete y cosidos a un aro también de cuero acolchado. Evidentemente sólo intentaba amortiguar golpes. Algunos de estos cascos aún se utilizaron durante la 2ªGM.

Blindado húngaro, 2ªGM. Un tripulante se protege con un casco de concepción tubular.

Pero los cascos italianos pronto se quedaron obsoletos debido a la imposibilidad de aceptar los nuevo elementos de telefonía reglamentarios. La distribución de un nuevo casco de diseño húngaro pretendía corregir la situación.

Fabricado en fibra recubierta de cuero color avellana, estaba directamente inspirado en el casco italiano Mº 35. Al igual que aquel, contaba con una fuerte chichonera recubierta del mismo material, que le aporta solidez. 

Uniforme reglamentario de tripulante de blindados húngaro. Completando su traje de cuero marrón, lleva el casco Mº 37, según dibujo de Róbert Hadnagy.

El forro exterior del casco estaba formado por dos piezas cosidas, cuya reforzada costura los cruzaba de atrás a adelante. También las costuras de la chichonera coincidían. 

Un elemento que facilita su identificación es el juego de tetones laterales, roscados, inicialmente destinados a soportar los equipos de telefonía reglamentarios.

Soporte lateral previsto para el equipo de telefonía.

Los auriculares de telefonía se descuelgan desde el interior del Mº 39 soportados por el husillo de los aparatosos tetones que sobresalen a los lados del casco.

Aunque los cascos Mº 37 se emplearon hasta el final de la guerra, los nuevos cascos fueron desplazándolos progresivamente (en las fotografías de la época se aprecia fácilmente este proceso). También fueron empleados ocasionalmente por los nuevos paracaidistas para sus saltos de entrenamiento (algo bastante normal también el Italia).

Precisamente su similitud con los cascos de origen italiano, mas la abundancia de éstos (ya que, como queda dicho, fueron reglamentarios bajo la denominación de Mº 37), dificulta su identificación en fotografías poco definidas donde se mezclan las siluetas del faldón con los auriculares.

La guarnición, en fuerte cuero del mismo color, se forma con ocho largas lengüetas  distribuidas en dos sectores, cuatro frontales y cuatro posteriores, con dos ranuras para ajustarse mediante una tira de cuero.

Cada lengüeta se halla reforzada en su extremo con otra pieza de cuero cosida en todo su contorno. 

El otro elemento característico de estos cascos el la falda cogotera, con cuero grueso, que cubre ampliamente la nuca y cuello del portador, quedando los laterales completamente despejados.

Al final de la falda lleva cosida una trabilla de cuero. 

El barboquejo es sencillo, de tira de cuero color avellana, de dos piezas, ajustable con hebilla de clavillo.

Cosida a la la falda cogotera se aprecia la presencia de la trabilla de tira de cuero.

Precisamente la diferente amplitud de la falda cogotera que es mucho más estrecha que la del Mº 35 italiano (Mº 37 en Hungría) caracteriza al casco húngaro, que permite un cómodo uso de los auriculares. 

Los cascos de carrista húngaros fueron fabricados en cantidad insuficiente para completar el equipamiento de las tripulaciones de tanques comprados en el extranjero, principalmente a Alemania, por lo que también proliferaron las gruesas boinas germanas. (***)

Durante la pertenencia de Hungría al "Pacto de Varsovia" las fuerzas acorazadas húngaras vivieron su época dorada, contando con más de 3.000 carros blindados y transportes acorazados de origen ruso.

Para equipar sus dotaciones se fabricaron cascos de tela basados en el modelo soviético, en tela gris, en las dos versiones, verano e invierno.

Posteriormente se adoptaron los originarios de la URSS, en tela negra, que no presentaban ninguna particularidad.

(*)  La firma del Tratado de Trianón el 4 de junio de 1920 (que continuaba el de Saint-Germain-en-Laye , del 10 de septiembre de 1919) firmado entre Hungría y los Aliados, consagraba la desaparición de la antigua monarquía austro-húngara, creándose a partir de ella los nuevos Estados de Austria, Hungría, Yugoslavia y Checoslovaquia.

Aunque de hecho Hungría (como los demás nuevos Estados) ya estaba organizando sus ejércitos de cara al futuro, fue el Consejo Supremo aliado, que no había invitado a los húngaros a la Conferencia de Paz hasta noviembre de 1919, quien ya había establecido, de forma unilateral, las nuevas fronteras y las condiciones de paz para Hungría.

Las cláusulas militares para los ejércitos de tierra mar y aire era iguales que las del tratado firmado con Austria, excepto en que al Ejército Húngaro se le permitían 5.000 efectivos más que a Austria, a la que se había limitado la cifra a 30.000 hombres. Las normas para la formación del ejército limitaban y condicionaban muchos aspectos administrativos y militares del nuevo Estado ya que la configuración de sus ejércitos fue uno de los puntos con normativas más rígidas y restrictivas. Tanquista húngaro sobre un Toldi EÜ 20. La serie Toldi de tanques ligeros de fabricación húngara fue desarrollada, bajo licencia, sobre la base del tanque sueco Mº Landsverk L-60B.

Hungría vio trucadas sus aspiraciones a desarrollar sus propios carros de combate, como consecuencia del Tratado de Trianón, que no contemplaba la posesión de aviación militar ni blindados por el ejército húngaro. 

El ejército húngaro (Honvéd) se había interesado muy pronto por los blindados, y en 1920, poco antes de la firma del Tratado, había adquirido 14 unidades del LK-II a Suecia (se trataba de blindados de diseño alemán fabricados bajo licencia). Insignia de la "rohamtüzérség  fegyvernemi jelvénye" (Artillería de Asalto), denominación de la Artillería Autopropulsada.

Hasta 1933 los húngaros no pudieron desarrollar proyectos propios, y cuando iniciaron los estudios el tiempo había corrido en su contra, careciendo de experiencia y en un ambiente prebélico que dominaba y condicionaba todas las decisiones concerniente al equipamiento militar.

La empresa Weiss Manfred, sobre el proyecto del ingeniero Nicolás Straussler, desarrolló varios prototipos de un carro ligero bajo la denominación de V-3 que, perfeccionado en 1936, presentó un original blindado clasificado V-4 armado con un cañón de 40mm. 37M, y dos ametralladoras 34AM de 8mm. montadas en paralelo, y un sistema de rodaje soportado por una barras laterales.  El V-4 húngaro poseía un original sistema de rodaje.

Reconociendo las limitaciones de sus proyectos nacionales, el Ejército Húngaro optó por la fabricación de tanques de modelos extranjeros bajo licencia. La  serie Toldi se basó en un tanque sueco adquirido en 1938, el Landsverk L6-B, sobre el que se fabricaron varias versiones (Toldi A20, Toldo B40, Toldi C40, Toldi IIA con protección lateral, y Toldi EÜ 20) de 8,5 hasta 9,45 T.

Los proyectistas de tanques de tipo medio, ante la negativa alemana de ceder bajo licencia ningún modelo de su producción, trabajaron sobre el Skoda T-21 (un Skoda T-11 mejorado adquirido a Checoslovaquia en 1938, ofrecido por los nuevos dueños alemanes) desarrollando una serie de buenos tanques inaugurada por el 40M Turan I kozepes harckocsi ,Turan 40 (carro medio Turan I Mº 40) de 18, 2 T., del que se entregaron al ejército 279 unidades. Una nueva serie, en la que instalaron un cañón más potente, de 75/25 mm. se entregó como 41M Turan II (Turan 75) de los que en 1941 se fabricaron 180 unidades. El frente del Este y sobre todo la aparición de los T34 rusos demostró la necesidad de reforzar el blindaje y mejorar el armamento.

Foto de familia. (1)

Se construyeron unos pocos prototipos de una nueva versión, el Turan III que, además de montar un 75/43 mm. cubría sus laterales con planchas de acero. Pero aquel diseño no permitía más mejoras, por lo que se procedió a desarrollar un nuevo modelo, el  44M Tas, de 38 T., que debería llevar el cañón del Panter (además el diseño de este nuevo tanque recordaba al tanque alemán Panter ), o el Kwk 42 de 75/70 de fabricación nacional.

A partir de marzo de 1944, con la entrada de los alemanes en Hungría, se canceló la producción. Estos tanques húngaros, posiblemente los más desconocidos de la 2ª G.M., habían evidenciado una apreciable capacidad de desarrollo y producción por parte de la Ingeniería y fabricantes húngaros, pero se había iniciado la carrera demasiado tarde.  Tripulantes de un caza-carros Zrinyi, equipados con cascos húngaros de cuero.

La fabricación se repartió entre las firmas Weiss Manfred, Mavag, Ganz, y Gyori Magyar Waggon/Gepgyar

(**) En noviembre de 1940 Hungría se adhirió al Pacto Tripartito, con lo que se encontró de pronto en el mismo lado que Eslovaquia y Rumanía, junto a las Potencias del Eje (creándose una situación extraña con los litigios sin resolver por las fronteras de Eslovaquia y la cuestión de Transilvania con Rumanía).
	Tanquista húngaro con casco de cuero, sobre un Turon I.

El 10 de abril de 1941, la 1ª y 2ª Brigadas motorizadas combatieron junto a los alemanes en la invasión de Yugoslavia. En estas operaciones también participó la 2ª Brigada de Caballería que contaba con abundante material blindado (Una Compañía con 20 carros Mº Toldi, una Compañía con 20 tanquetas CV-35, y 10 blindados ASC) y recibieron el bautismo de fuego los paracaidistas magiares.

El comienzo de la invasión alemana de la URSS animó a varios pequeños países a sumarse a la acción (Eslovaquia, Rumanía, Finlandia y posteriormente Bulgaria) generalmente por intereses territoriales. La mayoría húngara no deseaba participar en la guerra contra la URSS e inicialmente Alemania no contaba con Hungría para su Operación Barbarroja. Pero una resistencia superior a la esperada en en el frente ruso hizo cambiar los planes alemanes que comunicaron al gobierno húngaro su agradecimiento si participaba voluntariamente. Con cierta repugnancia, Hungría aceptó su participación cuando el gobierno de Laszlo Bardossy recibió la noticia de cierto bombardeo ruso sobre la población húngara de Kassa en la Eslovaquia recuperada (hoy Kossice). Este hecho incomprensible enfureció al gobierno húngaro que declaró la guerra a la URSS (27-junio-1941) y dispuso su débil y poco preparado ejército para unirse a los alemanes (según un aviador de caza húngaro, testigo del bombardeo, éste se efectuó por 3 bombarderos He 111H , aviones que tenían que ser forzosamente alemanes o rumanos, lo que hacía suponer una maniobra para "estimular" a los húngaros). Esta decisión suponía intervenir en los diversos frentes previstos en los planes de Alemania.

La decisión cogió completamente desprevenido al Honved para una guerra, procediendo urgentemente a movilizar reservistas y decomisar numerosos vehículos civiles hasta organizar apresuradamente un razonable número de tropas para completar el VIIIº Grupo de los Cárpatos. Aunque poco convencida, Hungría participó intensamente en la invasión a la URSS. Sus fuerzas blindadas representaban la tercera fuerza invasora el 27 de junio de 1941. Se envió la élite de sus ejércitos, el Cuerpo Rápido (Gyorshadtest) compuesto por tres Brigadas, dos motorizadas y una acorazada (81 tanques Toldi, 48 Csbas y 60 tanquetas CV-35) con aproximadamente 40.000 hombres (aunque denominada Rápida, aún incluía ciclistas y numerosos caballos de tiro). En realidad se envió la flor y nata de las tropas del Honved, incluidas las Guardias de Fronteras.

El Gyorshadtest se unió al 17º Ejército alemán en su avance hasta el Donets, tomando parte en la batalla de Uman (se capturaron más de 103.000 soldados del ejército soviético). Además de comprobar la debilidad de los tanques húngaros y del resto del material. Las tropas húngaras, mal equipadas, se vieron atrapadas en el centro de grandes tormentas de frío y nieve. Tras un duro avance de más de 1.000 kilómetros en terribles condiciones, sufrieron 26.000 bajas (4.524 muertos, más del 10% de sus 44.444 efectivos), más de 1.200 vehículos imprescindibles, 28 cañones, todas las tanquetas, el 80% de los Toldy y el 90% de los Csaba. Perdidas humanas y materiales en el barro ucraniano imposibles de reponer (en lo concerniente a los tanques, el retraso en la producción del tanque medio Turan resultaría insuperable).  Los soldados húngaros que observan la maniobra del tanque Mº Turan I están equipados indistintamente con cascos Mº 38 y Mº 16 procedentes de la 1ªGM.

Con la retirada de los restos húngaros para su recuperación, se envían refueros al frente, formados por cuatro Brigadas de Infantería y un Batallón de ciclistas (unos 63.000 hombres) pobremente equipados para cubrir tan inmensas distancias en espantosas condiciones, donde sólo  las tropas de caballería pudieron aportar cierta utilidad.

Durante el invierno de 1942 los alemanes presionaron al gobierno húngaro, exigieron un mayor esfuerzo que consideraron poco menos que simbólico hasta ese momento. Se envía al frente 200.000 nuevos combatientes formando el  2º Ejército,  (9 Divisiones de Infantería Ligera, de sólo dos Regimientos cada una en vez de tres), y el orgullo del ejército húngaro, que ha podido equiparse gracias a la decisión de comprar tanques a Alemania, completando la 1ª Brigada Motorizada y formar la 1ª División Blindada húngara (83 Turan, 2 Toldi y 22 Panzer MK-I alemanes, todos ellos incapaces de enfrentarse a un T-34 ruso). Estas tropas, destinadas a cubrir el flanco izquierdo de Stalingrado (una débil línea sin profundidad, de 150 kilómetros entre las tropas alemanas e italianas, con todo el material desplegado en primera línea, sin piezas pesadas ni depósitos de munición en la reserva ) hasta que en 1943, resistiendo la ofensiva de las tropas soviéticas fue aniquilada (la destrucción del 2º Ejército Húngaro, supuso 40.000 muertos y 70.000 heridos).  

Tras la retirada alemana, y ante la actitud ambigua del  presidente Kállay, en marzo de 1944 Hitler ocupó el suelo húngaro (operación Margarethe), instalando en el poder un un Administrador del Reich, el almirante von Horthy, tras lo cual todas las unidades blindadas serían  enviadas al frente.

Una nueva División, la 2ª División Blindada Húngara, equipada con  los nuevos y últimos tanques Turan, fue enviada al este de Polonia en abril de 1944, donde se comprobó la inoperancia de sus tanques contra los  T-34/85 rusos. No pudiendo ya contar con nuevos modelos de tanques húngaros para su reposición, la única solución fue aumentar la compra de tanques a Alemania, que no iniciaría las primeras entregas hasta agosto.  Vadeo de un tanque húngaro Mº Turan II. Llama la atención la abundancia de cascos Mº 16 en los soldados de la izquierda.

La retirada, en condiciones extremas y bajo temperaturas bajísimas, se produjo tras la pérdida que la mayor parte de su equipamiento y casi 150.000 hombres entre muertos, heridos, desaparecidos o hechos prisioneros (sus fuerzas iniciales suponían 200.000 combatientes).

Quedaros tropas húngaras en segunda línea, colaborando con los alemanes, pero ya se componían en buena parte de ucranianos de Rutenia, rumanos de Transilvania, eslovacos de la Eslovaquia del sur, y servios de Bacs-Kiskun, cuyas diferencias étnicas daban inseguridad al mando y a los alemanes. 

A partir de la derrota en Stalingrado de los ejércitos alemanes, italianos y húngaros, se produjo en los aliados de Alemania la confirmación de que los rusos eran los más fuertes y, por tanto, se hallaban en el lado equivocado, produciéndose una desbandad en cadena con intentos generalizados de firmar una paz separada (italianos, finlandeses, rumanos, etc).  Tripulante de una tanque Turan I, equipado con casco húngaro.

Incluso el propio Horthy impuesto por los alemanes (que retiró las tropas húngaras del frente con la pretensión de que sólo defendieran el suelo patrio, que además se habían negado en ayudar a los alemanes en el aplastamiento del levantamiento de Varsovia en agosto de 1944) pretendió una solución unilateral que fue detectada por Hitler, deteniéndole el 15 de octubre y deportándolo a Alemania, sustituyéndole por Ferenc Szálasi, un fanático nazi jefe de la Cruz Flechada, que le permaneció fiel hasta la caída de Budapest el 13 de febrero de 1945. Egy szív, egy akarat - Előre a győzelemre!  ¡Un corazón-un deseo! ¡Adelante hacia la Victoria! Cartel del Movimiento Cruz Flechada,  tras su llegada al poder el 15 de octubre de 1944.

Szálasi vuelca todos los recursos en proseguir la guerra contra la URSS. Cuando en diciembre de 1944 los rusos cercaron Budapest, el ejército húngaro estaba formado por 215.000 hombres, de los cuales  50.000 provenían de las brigadas de trabajo, carentes de armas ni adiestramiento, uno de sus tres ejércitos permanecía en Eslovaquia. Buena parte de estas tropas permanecían bajo el mando alemán o se hallaban en periodo de adiestramiento en Alemania o Austria.  Azértis..! (¡Para que todos...!). Otro cartel del partido fascista "Movimiento Cruz Flechada" del último año de guerra.

Las última tropas húngaras lucharon hasta el final en diferentes frentes, además de Budapest, como Viena o en el frente del Oder. El tributo del ejército húngaro a la guerra supuso más de 136.000 muertos.

Los alemanes, en la angustiosa necesidad de arañar combatientes hasta en el fondo del barril para frenar el avance soviético, formaron la 25 División SS (25th Wafffen-Grenadier-Division der SS Hunyadi) con personal húngaro de baja catadura y nula formación militar, que supuso una tropa irregular e indisciplinada. Sus comandantes (Oberfürer Thomas Müller hasta noviembre de 1944 y su sucesor Gruppenfürer Jozef Grassy desde esa fecha hasta mayo de 1945) dispusieron de tres batallones de granaderos (SS-Grenadier Regiment 61, 62 y 63), además del Waffen-Schi Bataillon der SS 25 y Waffen-Artillerie Regiment der SS 25. Aunque estas "aportaciones" fueron generales en todos los países invadidos por Alemania, en Hungría fue un elemento muy marginal.

(***) Los carros comprados o cedidos por otros países: